Colaboración bilateral

Teodoro Rentería Arróyave

Al fin respondió a las críticas de su homólogo mexicano, Felipe Calderón Hinojosa el presidente estadounidense Barack Obama, que nosotros hemos traducido sobre el flagelo del narcotráfico y el derivado crimen organizado, como el hecho cierto de que México pone los muertos y Estados Unidos los consumidores de enervantes y el trasiego de las armas que potencializan a los cárteles de las drogas.

Severo ha sido el mandatario Calderón Hinojosa, cuando en respuesta a la crítica del gobierno estadounidense afirmó que México no es un Estado fallido ni ha perdido el control de su territorio a manos del crimen organizado, como han sugerido algunos informes de funcionarios de esa nación y consideró que hace falta una buena limpieza del otro lado de la frontera.

En ese sentido, demandó de Estados Unidos una colaboración bilateral amplia y respetuosa, porque si no se trabaja en reducir la demanda de droga, simple y sencillamente será imposible resolver el narcotráfico; además de mencionar el hasta ahora cada día más creciente y preocupante tráfico de armas de la potencia a nuestro país.

En esas circunstancias, primero se anunció la visita a México de altos funcionarios estadounidenses de la materia, luego la de la secretaria de Estado, Hillary Clinton y finalmente la del propio presidente, Barack Obama.

Por eso, no es extrañarse que el gobierno de Estados Unidos anuncie, con toda la fuerza de la comunicación, que reforzará el “cerco de seguridad” para combatir al narcotráfico en su frontera con México, consistente en desplazar a la zona sur de su territorio más agentes federales y crear un Centro de Inteligencia Regional de la Agencia Federal de Investigaciones, FBI.

De inmediato el gobierno de México, a través Patricia Espinosa Cantellano, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, avaló las medidas de seguridad implementadas por el gobierno del presidente Obama en la frontera común, se asegura, sin injerencia de ninguna especie.

Para que no quepa duda alguna, en una nueva política de Estados Unidos, nunca antes expuesta, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a su llegada a este miércoles a territorio azteca, aseguró que Estados Unidos comparte la responsabilidad con México para enfrentar a los cárteles de las drogas que han incrementado su nivel de violencia.

Y lo más importante, la funcionaria, que ocupa el primer lugar en el gabinete de Obama, aceptó la mea culpa con esta frase de sincera: “'Nuestra insaciable demanda de drogas ilegales alimenta el tráfico de drogas” en mi país y la incapacidad de detener el tráfico de armas hacia México están detrás de la creciente violencia en la frontera común.

Es de esperarse, por todo ello, que por primera vez Estados Unidos cumpla con los compromisos que ha expuesto, de ahí que México haya avalado las medidas de seguridad implementadas por el gobierno del presidente Obama en la frontera común, como se asegura, sin injerencia de ninguna especie; lo contrario, sería inadmisible.

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