Teodoro Rentería Arróyave
El operativo del alcoholímetro, de acuerdo a la proporción de las personas que son detenidas es un fracaso, pero el negociazo esta precisamente en las personas que son conducidas a cárceles para faltas administrativas, sin que hasta el momento el jefe de gobierno del Distrito Federal se haya percatado de esta grave distorsión del acto de autoridad.
Además, la cantidad de elementos policíacos y de equipo que se distrae de su principal cometido que es el de combatir al hampa, sobre todo en los tiempos actuales en que la inseguridad pública es el problema número de México, de ninguna manera se puede justificar que no se atienda con toda la asiduidad ese que debiera ser el objetivo fundamental de todos los esfuerzos de la autoridad.
Vamos por partes. Sólo en las épocas de asueto, como la navideña, los automovilistas que se exceden con la ingesta de alcohol pasan de mil detenidos, algo así como unos 100 diarios. En una ciudad de más de 15 millones de habitantes ese resultado es magro y por tanto absurdo.
En tan sólo 11 días de la aplicación del programa Conduce sin alcohol, en esas fiesta diaria, la policía capitalina ha sancionado a un total de mil 98 conductores al dar positivo en la prueba de alcoholemia en alguno de los 15 puntos itinerantes que se han desplegado en la ciudad, dijeron en su momento las autoridades.
Más o menos así son los resultados: en uno o dos días, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal remitió a 120 conductores de mil 380 pruebas efectuadas en los puntos de aplicación de la prueba que están instalados en avenidas de la ciudad de México y en las salidas a las autopistas a Puebla, Cuernavaca, Pachuca, Toluca y Querétaro.
Durante esas jornadas de aplicación del programa se realizaron 59 mil 111 entrevistas y 11 mil 569 pruebas, de las cuales mil 97 conductores fueron remitidos a juez cívico y uno más ante el Ministerio Público por arrollar a un policía. Además, 632 vehículos fueron llevados a diferentes depósitos.
Asimismo, se realizaron cinco mil 807 entrevistas y se trasladaron 87 vehículos a diferentes corralones. De las pruebas aplicadas, 434 fueron efectuadas a transportistas y conductores de servicio público, de los cuales sólo un operador de transporte de carga fue remitido ante las autoridades.
De acuerdo con el Reglamento de Tránsito Metropolitano los infractores pierden seis puntos en su licencia de manejo y deben cumplir un arresto inconmutable de 20 a 36 horas en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social del Distrito Federal.
¿Porqué toda esta historia? Para concluir en el negociazo, como la detención es arbitraria, una verdadera parvada de tinterillos esperan a los infractores, a quien sin preguntarles, ya les tiene listo el trámite de amparo y mediante la paga de mil 800 pesos hasta 5 mil, los ponen en libertad. Es decir evaden el castigo.
Decisiones como la última de cancelar la barra libre y bajar el horario de los antros, así como las campañas para hacer conciencia en la responsabilidad, son muchos mejores que estos abusos de la autoridad, de la policía y de los tinterillos. Marcelo Ebrard Casaubón ya esta en la contienda por la presidencial del 2012, así lo ha declarado, por lo tanto es de entenderse que con estas acciones que protegen los negocios insanos más que el evitar accidentes, no se gana el voto popular.
El operativo del alcoholímetro, de acuerdo a la proporción de las personas que son detenidas es un fracaso, pero el negociazo esta precisamente en las personas que son conducidas a cárceles para faltas administrativas, sin que hasta el momento el jefe de gobierno del Distrito Federal se haya percatado de esta grave distorsión del acto de autoridad.
Además, la cantidad de elementos policíacos y de equipo que se distrae de su principal cometido que es el de combatir al hampa, sobre todo en los tiempos actuales en que la inseguridad pública es el problema número de México, de ninguna manera se puede justificar que no se atienda con toda la asiduidad ese que debiera ser el objetivo fundamental de todos los esfuerzos de la autoridad.
Vamos por partes. Sólo en las épocas de asueto, como la navideña, los automovilistas que se exceden con la ingesta de alcohol pasan de mil detenidos, algo así como unos 100 diarios. En una ciudad de más de 15 millones de habitantes ese resultado es magro y por tanto absurdo.
En tan sólo 11 días de la aplicación del programa Conduce sin alcohol, en esas fiesta diaria, la policía capitalina ha sancionado a un total de mil 98 conductores al dar positivo en la prueba de alcoholemia en alguno de los 15 puntos itinerantes que se han desplegado en la ciudad, dijeron en su momento las autoridades.
Más o menos así son los resultados: en uno o dos días, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal remitió a 120 conductores de mil 380 pruebas efectuadas en los puntos de aplicación de la prueba que están instalados en avenidas de la ciudad de México y en las salidas a las autopistas a Puebla, Cuernavaca, Pachuca, Toluca y Querétaro.
Durante esas jornadas de aplicación del programa se realizaron 59 mil 111 entrevistas y 11 mil 569 pruebas, de las cuales mil 97 conductores fueron remitidos a juez cívico y uno más ante el Ministerio Público por arrollar a un policía. Además, 632 vehículos fueron llevados a diferentes depósitos.
Asimismo, se realizaron cinco mil 807 entrevistas y se trasladaron 87 vehículos a diferentes corralones. De las pruebas aplicadas, 434 fueron efectuadas a transportistas y conductores de servicio público, de los cuales sólo un operador de transporte de carga fue remitido ante las autoridades.
De acuerdo con el Reglamento de Tránsito Metropolitano los infractores pierden seis puntos en su licencia de manejo y deben cumplir un arresto inconmutable de 20 a 36 horas en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social del Distrito Federal.
¿Porqué toda esta historia? Para concluir en el negociazo, como la detención es arbitraria, una verdadera parvada de tinterillos esperan a los infractores, a quien sin preguntarles, ya les tiene listo el trámite de amparo y mediante la paga de mil 800 pesos hasta 5 mil, los ponen en libertad. Es decir evaden el castigo.
Decisiones como la última de cancelar la barra libre y bajar el horario de los antros, así como las campañas para hacer conciencia en la responsabilidad, son muchos mejores que estos abusos de la autoridad, de la policía y de los tinterillos. Marcelo Ebrard Casaubón ya esta en la contienda por la presidencial del 2012, así lo ha declarado, por lo tanto es de entenderse que con estas acciones que protegen los negocios insanos más que el evitar accidentes, no se gana el voto popular.
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