Periodistas mexicanos se refugian en EE.UU. por la violencia en su país

EFE

La violencia en México ha llevado a varios periodistas a abandonar su país y a refugiarse en ciudades fronterizas de Estados Unidos, desde donde siguen realizando su labor.

Actualmente, cinco reporteros de ese país se encuentran en El Paso (EE.UU.), donde crearon recientemente el grupo PEMEXX (Periodistas Mexicanos en el Exilio) para abogar por la agilización de los procesos de asilo político.

"El asesinato de Armando Rodríguez nos mostró que las amenazas deben tomarse en serio", dijo hoy a Efe Jorge Luis Aguirre, director del sitio electrónico "La Polaka", quien se refugia en El Paso desde el 13 de noviembre pasado.

Ese mismo día fue ejecutado Rodríguez en el exterior de su vivienda en Ciudad Juárez y frente a su hija de ocho años.

Horas más tardes, Aguirre recibió una llamada telefónica en la que le advertían que él era el próximo.

"Esa misma noche fui por mi familia y salí de Ciudad Juárez", relató el periodista, quien se unió con su colega Emilio Gutiérrez, que trabajaba para el periódico El Diario del Noroeste en Chihuahua, así como con abogados de inmigración y del Centro para Inmigrantes y Refugiados Las Américas para crear PEMEXX.

Con el grupo buscan facilitar el proceso de asilo político para los reporteros extranjeros, eliminar las largas detenciones en centros de inmigración y concienciar a las autoridades migratorias de su problema, de acuerdo con el abogado Carlos Spector, que representa a los comunicadores.

"Estoy en Estados Unidos sin trabajo, enfrentando un proceso de asilo político que me mantuvo detenido en un centro de deportaciones por siete meses e incapacitado para realizar mi labor periodística", sostuvo a Efe Gutiérrez, quien dice que se vio obligado a abandonar su país, su casa y su trabajo por miedo a ser asesinado.

Afirma que ingresó a EE.UU. en junio de 2008, luego de que miembros del ejército mexicano invadieran su vivienda en Ascensión (Chihuahua), en respuesta a una serie de informes periodísticos en los que denunciaba irregularidades en el sector castrense.

"No era este mi proyecto de vida", admite Gutiérrez, quien se sostiene con la ayuda de amigos y familiares que viven en Estados Unidos, y que le han ofrecido vivienda y comida.

Según el abogado Spector, varios organismos en Estados Unidos como Reporteros Sin Fronteras (RSF) ya se encuentran ayudando a los comunicadores e insistiendo en que sus procesos de asilo sean menos penosos.

RSF condenó el reciente asesinato de Jean Paul Ibarra, fotógrafo del periódico El Correo, ocurrido el 13 de febrero pasado en el mexicano estado de Guerrero.

"Espero poder ejercer desde este país mi labor periodística y que mi voz no sea acallada", comenta Gutiérrez, quien no desea volver a México porque allí, según dice, su vida "corre peligro".

Un fotógrafo de un rotativo de Ciudad Juárez, quien pidió anonimato, se encuentra en El Paso analizando las posibilidades de legalizar su estatus migratorio y el de su familia luego de haber recibido una llamada telefónica en la que le pedían dinero para borrar su nombre de una lista de "ejecutables".

"Con todo esto que está pasando, yo la verdad es que tengo miedo", aseguró.

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