Teodoro Rentería Arróyave
El título de esta entrega, para desgracia de nuestro país, está resultando una cita común, a tal grado que la noticia de que otro periodista es asesinado en México ya no merece ni ser nota de interiores de los llamados rotativos nacionales, de ahí la importancia de los medios alternos como sigue siendo la radio y ahora la Internet.
Un reportero gráfico murió y una periodista resultó herida de gravedad después de que ambos fueron atacados a tiros por desconocidos en Iguala, Guerrero, informaron antes que nadie las agencias internacionales de noticas. Paul Ibarra Ramírez, reportero gráfico del diario El Correo de Iguala, y especializado en cubrir noticias policíacas, murió en el acto, mientras que la periodista Liliana Marchán Arroyo, del Diario 21, quedó gravemente herida.
La Procuraduría General de Justicia de la entidad informó que los periodistas viajaban la noche del viernes en una motocicleta, cuando desde otra moto dos presuntos sicarios dispararon contra ellos.
Ambos se dirigían a sus hogares tras haber cubierto una noticia en el anfiteatro de Iguala. Según las autoridades, Ibarra, quien conducía la motocicleta, recibió dos disparos de arma calibre 45, uno de ellos, un “tiro de gracia” en la cabeza que le dieron los asesinos cuando cayó al suelo.
Por su parte, Marchán Arroyo recibió tres disparos y se encuentra hospitalizada en un centro médico de la zona, la reportan como estable.
La comunidad periodística del estado de Guerrero expresó su consternación por el atentado y exigió a las autoridades que se esclarezcan los hechos, mientras que las autoridades no descartan que se trate de una acción del crimen organizado.
Tanto la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP-México como la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, de inmediato emitieron el siguiente comunicado dirigido al presidente, Felipe Calderón Hinojosa, a los colegas y a la comunidad en general:
“Los periodistas organizados de México repudiamos el asesinato del colega periodista Paúl Ibarra Ramírez y las graves lesiones inferidas a la también profesional de la comunicación Liliana Marchán, integrantes de la redacción de los periódicos El Correo de Iguala y Diario 21, respectivamente, ocurridos el fin de semana en el Estado de Guerrero, específicamente en Iguala.
Los colegas regresaban de cubrir información en el anfiteatro de la ciudad, cuando fueron atacados vilmente desde una motocicleta. El periodista Paúl Ibarra fue rematado con el tiro de gracia, cuando yacía inerte en el suelo.
Con este asesinato suman 87 los cometidos desde 1983 a la fecha y 53 desde el 2000, en una oleada de crímenes que no tiene freno.
La Federación Latinoamericana de Periodistas Capítulo México y la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX, exigimos el inmediato esclarecimiento de los hechos, por parte del gobierno de Guerrero y por supuesto, la intervención del Gobierno Federal, al cometerse el crimen con armas de grueso calibre.
¡Ya basta Señor Presidente de la omisión que raya en la complicidad! Demandamos garantías para continuar desempeñando el ejercicio periodístico a lo largo y ancho de la República Mexicana. Lo suscriben el presidente de la FAPERMEX, Roberto Piñón Olivas y el autor en su carácter de vicepresidente de la FELAP. ¡Hasta cuando cesará esta vergonzosa impunidad!.
El título de esta entrega, para desgracia de nuestro país, está resultando una cita común, a tal grado que la noticia de que otro periodista es asesinado en México ya no merece ni ser nota de interiores de los llamados rotativos nacionales, de ahí la importancia de los medios alternos como sigue siendo la radio y ahora la Internet.
Un reportero gráfico murió y una periodista resultó herida de gravedad después de que ambos fueron atacados a tiros por desconocidos en Iguala, Guerrero, informaron antes que nadie las agencias internacionales de noticas. Paul Ibarra Ramírez, reportero gráfico del diario El Correo de Iguala, y especializado en cubrir noticias policíacas, murió en el acto, mientras que la periodista Liliana Marchán Arroyo, del Diario 21, quedó gravemente herida.
La Procuraduría General de Justicia de la entidad informó que los periodistas viajaban la noche del viernes en una motocicleta, cuando desde otra moto dos presuntos sicarios dispararon contra ellos.
Ambos se dirigían a sus hogares tras haber cubierto una noticia en el anfiteatro de Iguala. Según las autoridades, Ibarra, quien conducía la motocicleta, recibió dos disparos de arma calibre 45, uno de ellos, un “tiro de gracia” en la cabeza que le dieron los asesinos cuando cayó al suelo.
Por su parte, Marchán Arroyo recibió tres disparos y se encuentra hospitalizada en un centro médico de la zona, la reportan como estable.
La comunidad periodística del estado de Guerrero expresó su consternación por el atentado y exigió a las autoridades que se esclarezcan los hechos, mientras que las autoridades no descartan que se trate de una acción del crimen organizado.
Tanto la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP-México como la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, de inmediato emitieron el siguiente comunicado dirigido al presidente, Felipe Calderón Hinojosa, a los colegas y a la comunidad en general:
“Los periodistas organizados de México repudiamos el asesinato del colega periodista Paúl Ibarra Ramírez y las graves lesiones inferidas a la también profesional de la comunicación Liliana Marchán, integrantes de la redacción de los periódicos El Correo de Iguala y Diario 21, respectivamente, ocurridos el fin de semana en el Estado de Guerrero, específicamente en Iguala.
Los colegas regresaban de cubrir información en el anfiteatro de la ciudad, cuando fueron atacados vilmente desde una motocicleta. El periodista Paúl Ibarra fue rematado con el tiro de gracia, cuando yacía inerte en el suelo.
Con este asesinato suman 87 los cometidos desde 1983 a la fecha y 53 desde el 2000, en una oleada de crímenes que no tiene freno.
La Federación Latinoamericana de Periodistas Capítulo México y la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX, exigimos el inmediato esclarecimiento de los hechos, por parte del gobierno de Guerrero y por supuesto, la intervención del Gobierno Federal, al cometerse el crimen con armas de grueso calibre.
¡Ya basta Señor Presidente de la omisión que raya en la complicidad! Demandamos garantías para continuar desempeñando el ejercicio periodístico a lo largo y ancho de la República Mexicana. Lo suscriben el presidente de la FAPERMEX, Roberto Piñón Olivas y el autor en su carácter de vicepresidente de la FELAP. ¡Hasta cuando cesará esta vergonzosa impunidad!.
Comentarios