Respetar lo sagrado va a implicar no usar el nombre de Dios en vano; esto implica no jurar en el nombre de Dios. No poner a Dios como testigo de nuestros actos… No usemos el nombre de Dios para manipular a las personas.
Mons. Rómulo Emiliani
HASTA PARECE BURLA. El testigo protegido que, desde Washington, supuestamente ha vomitado cloro y detergente para que en la Procuraduría General de la República lleven a cabo su tan cacareada "Operación Limpieza", recibió el seudónimo de "Felipe". ¿A propósito? No lo se.
De los miles de nombres que aparecen en el santoral católico, de los muchos más que se heredan o hasta inventan en la muy variada nomenclatura estadounidense –donde recién prohibieron a una pareja llamar Adolfo Hitler a su hijo recién nacido--, ¿por qué elegir precisamente el mismo que ostenta el ocupante actual de Los Pinos? Sigo sin saber.
Si el personaje de marras, "Felipe", de verdad existe –pues ya lo pone en duda la espléndida reportera Anabel Hernández, en el más reciente Reporte Índigo--, y si en lugar de apuntar sus baterías a México, lo hubiese hecho hacia Colombia, ¿habría recibido el sobrenombre de "Álvaro"? Aquí sí que lo dudo.
Usar el nombre del señor Calderón ya no es privativo de las agencias estadounidenses ligadas de alguna manera al narcotráfico –bien que operen a favor o en contra de éste--, ahora también lo ha usado el (todavía) secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, para presionar a los comisionados de la Federal de Telecomunicaciones, en un litigio que parece no tener fin. Pero que pronto lo tendrá.
"Pero que le digan que yo le mando decir a Miguel (Alessio, funcionario de la Secretaría de Gobernación) que sí puede usar el nombre del presidente. Que yo asumo la responsabilidad. Que le digan que es una instrucción del presidente", se oye decir a Téllez Kuenzler en una de las grabaciones difundidas el viernes anterior en el mismo Reporte, que dirige Ramón Alberto Garza.
Así, Miguel Alessio ya no es Miguel Alessio. Es "Felipe" Alessio.
¿O será que, por ser quien gira la "instrucción", Luis Téllez ya no es Luis Téllez? ¿Ahora es "Felipe" Téllez Kuenzler?
Usar y hasta abusar del nombre del ocupante en turno de Los Pinos es en México, donde este personaje pasa a ser rey o semidios sexenal, casi casi pecado mortal, de acuerdo a la liturgia católica por la que se rigen los panistas en el poder.
Pero más que ello es, quizá, un "golpe de Estado" técnico, pues no se puede suplantar a ese sólo individuo –y subrayo: un sólo individuo— que, de acuerdo al texto constitucional ¿todavía vigente?, es el depositario del Ejecutivo Federal. En España, a ese respecto, aún resuena un debate en torno a si, en aquel famoso 23-F, el "golpista" coronel Tejero usó en falso el nombre de Juan Carlos I "para salvar a España, la Corona y la democracia", o si el monarca estaba al tanto de las acciones subversivas del militar que intentó tomar las Cortes en 1981.
Litúrgica o constitucionalmente, Téllez está fuera de lugar. Usurpa funciones. Él que extraña al PRI y que acusa de ausencia de institucionalidad a sus compañeros en esta administración panista, aparentemente actuó en contra de la institución presidencial.
Digo aparentemente porque, como en el caso del rey hispano, me pregunto si ¿estaba al tanto el señor Calderón, a través de su por ese entonces secretario particular César Nava –también metido en este ajo— de que se usaría su nombre para presionar a Héctor Osuna, en la Cofetel?
En su ridícula salida ante los medios, el viernes por la tarde y a través de un boletín, el comunicador de la SCT afirma que en las grabaciones de sus escandalosas conversaciones telefónicas "en todo momento el secretario (Téllez) y su equipo trabajaron dentro del marco de la legalidad y el respeto a las instituciones de nuestro país."
Entonces, ¿cualquiera puede usar ese nombre? ¿Todos son "Felipes"? ¿Desde el "testigo protegido" –tal vez "de paja", insiste Anabel Hernández--, hasta Alessio, el funcionario de Gobernación? ¿Es esa la nueva institucionalidad?
Veamos de qué esta hecho el verdadero Felipe. Si no actúa en consecuencia, entonces de aquí en adelante cualquiera podrá utilizar su nombre y podremos confirmar que, a despecho de lo señalado en la Carta Magna, el poder Ejecutivo ya no se deposita en un solo individuo. Ahora serían varios. ¿Todos son "Felipes"?
Índice Flamígero: ¿Qué partido político cosechará el 5 de julio de este oso de Luis "El Osito" Téllez? ¿El de Carlos Salinas, al que señaló "sin fundamentos" de haber robado la mitad de las partidas secretas presupuestales de las que dispuso libérrimamente? ¿El de Felipe Calderón, quien recién se tomó la foto con el ahora "mariguanero" Ernesto Zedillo? ¿Es la pugna de siempre entre priístas? Y los panistas, ¿meros espectadores o víctimas?
Mons. Rómulo Emiliani
HASTA PARECE BURLA. El testigo protegido que, desde Washington, supuestamente ha vomitado cloro y detergente para que en la Procuraduría General de la República lleven a cabo su tan cacareada "Operación Limpieza", recibió el seudónimo de "Felipe". ¿A propósito? No lo se.
De los miles de nombres que aparecen en el santoral católico, de los muchos más que se heredan o hasta inventan en la muy variada nomenclatura estadounidense –donde recién prohibieron a una pareja llamar Adolfo Hitler a su hijo recién nacido--, ¿por qué elegir precisamente el mismo que ostenta el ocupante actual de Los Pinos? Sigo sin saber.
Si el personaje de marras, "Felipe", de verdad existe –pues ya lo pone en duda la espléndida reportera Anabel Hernández, en el más reciente Reporte Índigo--, y si en lugar de apuntar sus baterías a México, lo hubiese hecho hacia Colombia, ¿habría recibido el sobrenombre de "Álvaro"? Aquí sí que lo dudo.
Usar el nombre del señor Calderón ya no es privativo de las agencias estadounidenses ligadas de alguna manera al narcotráfico –bien que operen a favor o en contra de éste--, ahora también lo ha usado el (todavía) secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, para presionar a los comisionados de la Federal de Telecomunicaciones, en un litigio que parece no tener fin. Pero que pronto lo tendrá.
"Pero que le digan que yo le mando decir a Miguel (Alessio, funcionario de la Secretaría de Gobernación) que sí puede usar el nombre del presidente. Que yo asumo la responsabilidad. Que le digan que es una instrucción del presidente", se oye decir a Téllez Kuenzler en una de las grabaciones difundidas el viernes anterior en el mismo Reporte, que dirige Ramón Alberto Garza.
Así, Miguel Alessio ya no es Miguel Alessio. Es "Felipe" Alessio.
¿O será que, por ser quien gira la "instrucción", Luis Téllez ya no es Luis Téllez? ¿Ahora es "Felipe" Téllez Kuenzler?
Usar y hasta abusar del nombre del ocupante en turno de Los Pinos es en México, donde este personaje pasa a ser rey o semidios sexenal, casi casi pecado mortal, de acuerdo a la liturgia católica por la que se rigen los panistas en el poder.
Pero más que ello es, quizá, un "golpe de Estado" técnico, pues no se puede suplantar a ese sólo individuo –y subrayo: un sólo individuo— que, de acuerdo al texto constitucional ¿todavía vigente?, es el depositario del Ejecutivo Federal. En España, a ese respecto, aún resuena un debate en torno a si, en aquel famoso 23-F, el "golpista" coronel Tejero usó en falso el nombre de Juan Carlos I "para salvar a España, la Corona y la democracia", o si el monarca estaba al tanto de las acciones subversivas del militar que intentó tomar las Cortes en 1981.
Litúrgica o constitucionalmente, Téllez está fuera de lugar. Usurpa funciones. Él que extraña al PRI y que acusa de ausencia de institucionalidad a sus compañeros en esta administración panista, aparentemente actuó en contra de la institución presidencial.
Digo aparentemente porque, como en el caso del rey hispano, me pregunto si ¿estaba al tanto el señor Calderón, a través de su por ese entonces secretario particular César Nava –también metido en este ajo— de que se usaría su nombre para presionar a Héctor Osuna, en la Cofetel?
En su ridícula salida ante los medios, el viernes por la tarde y a través de un boletín, el comunicador de la SCT afirma que en las grabaciones de sus escandalosas conversaciones telefónicas "en todo momento el secretario (Téllez) y su equipo trabajaron dentro del marco de la legalidad y el respeto a las instituciones de nuestro país."
Entonces, ¿cualquiera puede usar ese nombre? ¿Todos son "Felipes"? ¿Desde el "testigo protegido" –tal vez "de paja", insiste Anabel Hernández--, hasta Alessio, el funcionario de Gobernación? ¿Es esa la nueva institucionalidad?
Veamos de qué esta hecho el verdadero Felipe. Si no actúa en consecuencia, entonces de aquí en adelante cualquiera podrá utilizar su nombre y podremos confirmar que, a despecho de lo señalado en la Carta Magna, el poder Ejecutivo ya no se deposita en un solo individuo. Ahora serían varios. ¿Todos son "Felipes"?
Índice Flamígero: ¿Qué partido político cosechará el 5 de julio de este oso de Luis "El Osito" Téllez? ¿El de Carlos Salinas, al que señaló "sin fundamentos" de haber robado la mitad de las partidas secretas presupuestales de las que dispuso libérrimamente? ¿El de Felipe Calderón, quien recién se tomó la foto con el ahora "mariguanero" Ernesto Zedillo? ¿Es la pugna de siempre entre priístas? Y los panistas, ¿meros espectadores o víctimas?
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