Jesús Anaya Rosique
Estamos frente a ”un texto amargo que nos permitirá esclarecer las raíces del coraje y la impotencia que sentimos como ciudadanos”. Su autora, la destacada escritora Sara Sefchovich, asevera que “ya es hora de que nuestros poderosos se den cuenta de que nos damos cuenta… el discurso público tiene poco que ver con los datos de la realidad nacional… mentir una y otra vez, durante años y años, no ha sido impune… ha llevado a la desconfianza de los ciudadanos, la falta de respeto a la ley, a las instituciones y a las autoridades, a la desmemoria colectiva, a esperar todo del gobierno, a la corrupción y a la doble moral, y, sobre todo, al desinterés y a la desesperanza”.
Este libro surge de una investigación sobre el discurso público en México, en donde la autora ha reunido diversos materiales: “mis propios artículos y programas de radio, testimonios ciudadanos, una búsqueda bibliohemerográfica prolija, lecturas teóricas de toda mi vida intelectual… como diría Teun A. Van Dijk, se trata de una denuncia que al mismo tiempo es una cuestión política y una mirada científica sobre la realidad”.
La obra se divide en dos grandes secciones: la primera parte de la constatación de que “la mentira ha sido siempre la esencia de la vida política mexicana y hoy se ha vuelto indispensable para gobernar”; y la segunda examina “el porqué de la mentira y sus consecuencias en la sociedad”. La primera sección comprende: las “mentiras cotidianas” (panaceas falsas como “crear burocracia y promulgar leyes”; y las “mil y una formas de mentir”, un verdadero catálogo: “prometer… negar… apostar al olvido… cinismo… transar”); “las grandes mentiras”: ficciones de exportación (derechos humanos, medio ambiente, multiculturalismo, diversidad, democracia), engaños para consumo interno (familia, justicia social, educación y cultura, los indios, economía, identidad nacional), “mentiras graves” (simulación en seguridad nacional y en los conflictos sociales) y “la mentira mayor: impartición de justicia”. La segunda sección tiene cuatro capítulos: “el piso social de la mentira” (de la indefinición, la incoherencia y la improvisación a la negligencia); la mentira como “código y práctica socialmente aceptados y compartidos” (la repetida incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace y su permanencia); sus consecuencias devastadoras; y una recapitulación final:”la mentira nuestra de cada día”.
“La única verdad es la mentira”, es el epílogo de este documentado ejercicio de protesta ciudadana (que se irá actualizando en www.oceano.com.mx), donde la autora aborda una definición de verdad contraria a cualquier fundamentalismo: “en sentido cartesiano, la verdad es evidencia, adecuación, correspondencia, concordancia, ausencia de contradicción entre lo que se dice y lo que se es… Existe un principio de verdad que reside en la razón humana y es el fundamento de la ética y del derecho, necesario para convivir, lo cual hace que la verdad sea un valor”. Para subrayar la radicalidad de este análisis, Carlos Martínez Assad concluye: “Junto a este libro, la realidad nacional es un remanso espiritual”.
anaya.jess@gmail.com
*Sara Sefchovich, País de mentiras. La distancia entre el discurso y la realidad en la cultura mexicana, Océano, México 2008, $208, 392 pp. ISBN 978-607-400-043-6
Estamos frente a ”un texto amargo que nos permitirá esclarecer las raíces del coraje y la impotencia que sentimos como ciudadanos”. Su autora, la destacada escritora Sara Sefchovich, asevera que “ya es hora de que nuestros poderosos se den cuenta de que nos damos cuenta… el discurso público tiene poco que ver con los datos de la realidad nacional… mentir una y otra vez, durante años y años, no ha sido impune… ha llevado a la desconfianza de los ciudadanos, la falta de respeto a la ley, a las instituciones y a las autoridades, a la desmemoria colectiva, a esperar todo del gobierno, a la corrupción y a la doble moral, y, sobre todo, al desinterés y a la desesperanza”.
Este libro surge de una investigación sobre el discurso público en México, en donde la autora ha reunido diversos materiales: “mis propios artículos y programas de radio, testimonios ciudadanos, una búsqueda bibliohemerográfica prolija, lecturas teóricas de toda mi vida intelectual… como diría Teun A. Van Dijk, se trata de una denuncia que al mismo tiempo es una cuestión política y una mirada científica sobre la realidad”.
La obra se divide en dos grandes secciones: la primera parte de la constatación de que “la mentira ha sido siempre la esencia de la vida política mexicana y hoy se ha vuelto indispensable para gobernar”; y la segunda examina “el porqué de la mentira y sus consecuencias en la sociedad”. La primera sección comprende: las “mentiras cotidianas” (panaceas falsas como “crear burocracia y promulgar leyes”; y las “mil y una formas de mentir”, un verdadero catálogo: “prometer… negar… apostar al olvido… cinismo… transar”); “las grandes mentiras”: ficciones de exportación (derechos humanos, medio ambiente, multiculturalismo, diversidad, democracia), engaños para consumo interno (familia, justicia social, educación y cultura, los indios, economía, identidad nacional), “mentiras graves” (simulación en seguridad nacional y en los conflictos sociales) y “la mentira mayor: impartición de justicia”. La segunda sección tiene cuatro capítulos: “el piso social de la mentira” (de la indefinición, la incoherencia y la improvisación a la negligencia); la mentira como “código y práctica socialmente aceptados y compartidos” (la repetida incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace y su permanencia); sus consecuencias devastadoras; y una recapitulación final:”la mentira nuestra de cada día”.
“La única verdad es la mentira”, es el epílogo de este documentado ejercicio de protesta ciudadana (que se irá actualizando en www.oceano.com.mx), donde la autora aborda una definición de verdad contraria a cualquier fundamentalismo: “en sentido cartesiano, la verdad es evidencia, adecuación, correspondencia, concordancia, ausencia de contradicción entre lo que se dice y lo que se es… Existe un principio de verdad que reside en la razón humana y es el fundamento de la ética y del derecho, necesario para convivir, lo cual hace que la verdad sea un valor”. Para subrayar la radicalidad de este análisis, Carlos Martínez Assad concluye: “Junto a este libro, la realidad nacional es un remanso espiritual”.
anaya.jess@gmail.com
*Sara Sefchovich, País de mentiras. La distancia entre el discurso y la realidad en la cultura mexicana, Océano, México 2008, $208, 392 pp. ISBN 978-607-400-043-6
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