La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé un aumento en el número de pobres en la región debido al deterioro del empleo y el ingreso a causa de la crisis económica global.
"Cabría esperar que la disminución de la pobreza se estanque, en términos de porcentaje, o que aumenten la pobreza y la indigencia", dijo el director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Martín Hopenhayn, en un informe.
Según el documento difundido hoy por la prensa, los sectores más vulnerables de América Latina y el Caribe serán los más afectados en empleo e ingreso por la desaceleración global.
Los daños no serán iguales para todas las naciones, pero las que son receptoras de remesas y en donde han subido más los precios de los alimentos serán las mayores afectadas.
Según la CEPAL, en 2007, en América Latina el 34,1 por ciento (184 millones de personas) de la población vivía en pobreza y el 12, 6 por ciento (68 millones) en pobreza extrema.
En 2008, la pobreza bajó casi un punto porcentual a 182 millones de personas, mientras que la pobreza extrema aumentó a 71 millones.
La región tuvo un mejor desempeño entre 2002 y 2007, cuando disminuyó el número de pobres en 9,9 por ciento y el de pobres extremos, en 6,8 por ciento, gracias al crecimiento económico y la mejora del mercado laboral.
Con la crisis actual, la región corre el riesgo de perder lo ganado, aseguró el experto.
La CEPAL ha recomendado a los gobiernos mejorar el funcionamiento del mercado laboral y reforzar la asistencia social a grupos vulnerables a través de canastas alimentarias, pensiones de emergencia y programas de empleo, entre otros.
A diferencia de otras crisis, en esta ocasión América Latina tiene mejores fundamentos macroeconómicos y mayores reservas, pero los efectos de la actual turbulencia son impredecibles, según el organismo de las Naciones Unidas.
México y Brasil
El gobierno mexicano ha implementado el programa "Oportunidades", que atiende a 25 millones de personas, mientras Brasil desarrolla el llamado "Bolsa Familia", que cubre a 45 millones de brasileños en igual condición.
De 2002 a 2006, México había logrado avanzar en materia de reducción de pobreza, moderando las cifras a 20,8 millones de pobres extremos y 21,9 millones de pobres. Al cierre del pasado año, se calcula que los pobres extremos subieron a 24,5 millones debido a la subida de los precios de los alimentos básicos.
En Brasil, el panorama es similar. A finales de 2007 el país concentraba el 31 por ciento de los pobres de América Latina y el 26 por ciento de los pobres extremos de la región, registrando avances en la lucha contra la pobreza gracias al crecimiento de la economía, el aumento real del salario mínimo y las políticas de transferencia de ingresos.
Para este año, México han anunciado un incremento en el presupuesto de "Oportunidades", de 4.500 millones de dólares a 4.700 millones, planeando aumentar la atención a 26 millones de mexicanos.
El gobierno brasileño elevará de 4.500 millones a 4.800 millones de dólares los fondos de Bolsa Familia.
Ambos programas funcionan de manera condicionada. Los titulares de las ayudas pueden perderla si sacan a sus hijos de la escuela o dejan de cumplir con ciertos compromisos, como acudir a consultas médicas de tipo preventivo o recibir talleres de auto cuidado para la salud, entre otros.
"Cabría esperar que la disminución de la pobreza se estanque, en términos de porcentaje, o que aumenten la pobreza y la indigencia", dijo el director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Martín Hopenhayn, en un informe.
Según el documento difundido hoy por la prensa, los sectores más vulnerables de América Latina y el Caribe serán los más afectados en empleo e ingreso por la desaceleración global.
Los daños no serán iguales para todas las naciones, pero las que son receptoras de remesas y en donde han subido más los precios de los alimentos serán las mayores afectadas.
Según la CEPAL, en 2007, en América Latina el 34,1 por ciento (184 millones de personas) de la población vivía en pobreza y el 12, 6 por ciento (68 millones) en pobreza extrema.
En 2008, la pobreza bajó casi un punto porcentual a 182 millones de personas, mientras que la pobreza extrema aumentó a 71 millones.
La región tuvo un mejor desempeño entre 2002 y 2007, cuando disminuyó el número de pobres en 9,9 por ciento y el de pobres extremos, en 6,8 por ciento, gracias al crecimiento económico y la mejora del mercado laboral.
Con la crisis actual, la región corre el riesgo de perder lo ganado, aseguró el experto.
La CEPAL ha recomendado a los gobiernos mejorar el funcionamiento del mercado laboral y reforzar la asistencia social a grupos vulnerables a través de canastas alimentarias, pensiones de emergencia y programas de empleo, entre otros.
A diferencia de otras crisis, en esta ocasión América Latina tiene mejores fundamentos macroeconómicos y mayores reservas, pero los efectos de la actual turbulencia son impredecibles, según el organismo de las Naciones Unidas.
México y Brasil
El gobierno mexicano ha implementado el programa "Oportunidades", que atiende a 25 millones de personas, mientras Brasil desarrolla el llamado "Bolsa Familia", que cubre a 45 millones de brasileños en igual condición.
De 2002 a 2006, México había logrado avanzar en materia de reducción de pobreza, moderando las cifras a 20,8 millones de pobres extremos y 21,9 millones de pobres. Al cierre del pasado año, se calcula que los pobres extremos subieron a 24,5 millones debido a la subida de los precios de los alimentos básicos.
En Brasil, el panorama es similar. A finales de 2007 el país concentraba el 31 por ciento de los pobres de América Latina y el 26 por ciento de los pobres extremos de la región, registrando avances en la lucha contra la pobreza gracias al crecimiento de la economía, el aumento real del salario mínimo y las políticas de transferencia de ingresos.
Para este año, México han anunciado un incremento en el presupuesto de "Oportunidades", de 4.500 millones de dólares a 4.700 millones, planeando aumentar la atención a 26 millones de mexicanos.
El gobierno brasileño elevará de 4.500 millones a 4.800 millones de dólares los fondos de Bolsa Familia.
Ambos programas funcionan de manera condicionada. Los titulares de las ayudas pueden perderla si sacan a sus hijos de la escuela o dejan de cumplir con ciertos compromisos, como acudir a consultas médicas de tipo preventivo o recibir talleres de auto cuidado para la salud, entre otros.
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