Álvaro Delgado
Ante el desafío del duopolio televisivo, que incumplió con la ley al transmitir por la libre los promocionales electorales, tanto el IFE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) deberán actuar con firmeza y sancionar ese desacato. El presidente del IFE, Leonardo Valdés, debe cumplir lo que prometió el año pasado al asumir su cargo: no dejarse avasallar por el Cuarto Poder. Para el exconsejero Jaime Cárdenas Gracia el asunto no es anecdótico, pues lo que está en juego es la influencia de los poderes fácticos en los comicios del futuro.
"No me dejaré atemorizar por ningún poder formal ni por ningún poder informal", advertía en marzo de 2008 Leonardo Valdés, recién nombrado consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE); incluso garantizaba que no cedería a presiones del gobierno ni de las televisoras.
"Digámoslo con toda claridad –predicaba, en entrevista con el reportero–: Los medios de comunicación son un poder en nuestra sociedad y también ejercen presión sobre las autoridades públicas. Yo quiero ser tajante: ¡Ni siquiera el Cuarto Poder podrá atemorizar al consejero presidente del IFE!"
Menos de un año después, desamparado por los partidos políticos, el Congreso y el gobierno de Felipe Calderón –que ha abdicado de su deber de aplicar la ley en materia de medios de comunicación–, Valdés y el resto de los consejeros del IFE tienen el reto de sancionar con rigor a las cadenas de televisión por las violaciones legales cometidas justo cuando comienzan las precampañas electorales.
En lo que es el más reciente de los cíclicos desafíos del poder mediático al IFE, siempre con el sello de la impunidad, Televisa y Televisión Azteca violaron diversas disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y de la Ley Federal de Radio y Televisión en la transmisión de los promocionales partidistas e institucionales a que legalmente están obligadas.
Pero no sólo cometieron violaciones legales, sino también a la Constitución General de la República, según documentó la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos.
De todas las violaciones –derivadas de "conductas atípicas" que detectó el IFE– hay plena constancia técnica, corroborada inclusive por las propias televisoras en las respuestas a los emplazamientos de la autoridad electoral, que cuenta también con sustento jurídico para aplicar a Televisa y Televisión Azteca sanciones más severas que las amonestaciones y multas que se pretenden imponer.
Ante el desafío del duopolio televisivo, que incumplió con la ley al transmitir por la libre los promocionales electorales, tanto el IFE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) deberán actuar con firmeza y sancionar ese desacato. El presidente del IFE, Leonardo Valdés, debe cumplir lo que prometió el año pasado al asumir su cargo: no dejarse avasallar por el Cuarto Poder. Para el exconsejero Jaime Cárdenas Gracia el asunto no es anecdótico, pues lo que está en juego es la influencia de los poderes fácticos en los comicios del futuro.
"No me dejaré atemorizar por ningún poder formal ni por ningún poder informal", advertía en marzo de 2008 Leonardo Valdés, recién nombrado consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE); incluso garantizaba que no cedería a presiones del gobierno ni de las televisoras.
"Digámoslo con toda claridad –predicaba, en entrevista con el reportero–: Los medios de comunicación son un poder en nuestra sociedad y también ejercen presión sobre las autoridades públicas. Yo quiero ser tajante: ¡Ni siquiera el Cuarto Poder podrá atemorizar al consejero presidente del IFE!"
Menos de un año después, desamparado por los partidos políticos, el Congreso y el gobierno de Felipe Calderón –que ha abdicado de su deber de aplicar la ley en materia de medios de comunicación–, Valdés y el resto de los consejeros del IFE tienen el reto de sancionar con rigor a las cadenas de televisión por las violaciones legales cometidas justo cuando comienzan las precampañas electorales.
En lo que es el más reciente de los cíclicos desafíos del poder mediático al IFE, siempre con el sello de la impunidad, Televisa y Televisión Azteca violaron diversas disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y de la Ley Federal de Radio y Televisión en la transmisión de los promocionales partidistas e institucionales a que legalmente están obligadas.
Pero no sólo cometieron violaciones legales, sino también a la Constitución General de la República, según documentó la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos.
De todas las violaciones –derivadas de "conductas atípicas" que detectó el IFE– hay plena constancia técnica, corroborada inclusive por las propias televisoras en las respuestas a los emplazamientos de la autoridad electoral, que cuenta también con sustento jurídico para aplicar a Televisa y Televisión Azteca sanciones más severas que las amonestaciones y multas que se pretenden imponer.
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