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Organizaciones ambientalistas, académicos y campesinos denunciarán hoy la presencia de cultivos de maíz genéticamente modificado en el estado mexicano de Chihuahua, en el foro Las voces campesinas frente a los transgénicos.
En declaraciones a Prensa Latina, Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México precisó que el encuentro será un espacio alternativo a la reunión del Protocolo de Cartagena, del que México es dignatario, que dentro de dos semanas tendrá lugar aquí.
Subrayó que en esta nación, a pesar de ser ilegal la siembra de maíz transgénico, el gobierno ha permitido el ingreso de semillas contaminadas con la variedad modificada NK603, MON810 y MON863, todas propiedad de la transnacional Monsanto, como se probó en la empresa semillera del Valle de Cuauhtémoc, en esa demarcación.
Arendar puntualizó que en el foro también se compartirán las experiencias de México, Canadá y España frente a este tipo de contaminación, acotó.
Participará, dijo, Percy Schmeiser, productor canadiense de canola, el primero en demandar a la compañía Monsanto por dañar sus cultivos con transgénicos.
La víspera, en conferencia de prensa Schmeiser instó a los mexicanos a evitar que las 59 especies de maíz originario se contaminen con semillas genéticamente modificadas.
Además de perder esa riqueza autóctona y la seguridad alimentaria, alertó, los campesinos se convertirán en esclavos de las empresas encargadas de introducirlas.
En ese sentido, el productor explicó que en Canadá desde que en 1996 se extendió la semilla transgénica de canola, se fue expandiendo de tal manera que hoy no queda ni un solo costal del grano original y, lejos de aumentar la productividad y tener menos gastos como prometió en un principio Monsanto, la realidad es otra.
Precisó que aumentó el costo de producción y la dependencia total de los campesinos a esa compañía, la presencia de agroquímicos, la contaminación de los cultivos y un aumento de malezas en los campos.
En el foro de esta tarde también participará Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace en España quien presentará una ponencia sobre la imposible coexistencia de cultivos transgénicos y convencionales, estudio basado en las experiencias sobre este problema en el país ibérico.
Organizaciones ambientalistas, académicos y campesinos denunciarán hoy la presencia de cultivos de maíz genéticamente modificado en el estado mexicano de Chihuahua, en el foro Las voces campesinas frente a los transgénicos.
En declaraciones a Prensa Latina, Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México precisó que el encuentro será un espacio alternativo a la reunión del Protocolo de Cartagena, del que México es dignatario, que dentro de dos semanas tendrá lugar aquí.
Subrayó que en esta nación, a pesar de ser ilegal la siembra de maíz transgénico, el gobierno ha permitido el ingreso de semillas contaminadas con la variedad modificada NK603, MON810 y MON863, todas propiedad de la transnacional Monsanto, como se probó en la empresa semillera del Valle de Cuauhtémoc, en esa demarcación.
Arendar puntualizó que en el foro también se compartirán las experiencias de México, Canadá y España frente a este tipo de contaminación, acotó.
Participará, dijo, Percy Schmeiser, productor canadiense de canola, el primero en demandar a la compañía Monsanto por dañar sus cultivos con transgénicos.
La víspera, en conferencia de prensa Schmeiser instó a los mexicanos a evitar que las 59 especies de maíz originario se contaminen con semillas genéticamente modificadas.
Además de perder esa riqueza autóctona y la seguridad alimentaria, alertó, los campesinos se convertirán en esclavos de las empresas encargadas de introducirlas.
En ese sentido, el productor explicó que en Canadá desde que en 1996 se extendió la semilla transgénica de canola, se fue expandiendo de tal manera que hoy no queda ni un solo costal del grano original y, lejos de aumentar la productividad y tener menos gastos como prometió en un principio Monsanto, la realidad es otra.
Precisó que aumentó el costo de producción y la dependencia total de los campesinos a esa compañía, la presencia de agroquímicos, la contaminación de los cultivos y un aumento de malezas en los campos.
En el foro de esta tarde también participará Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace en España quien presentará una ponencia sobre la imposible coexistencia de cultivos transgénicos y convencionales, estudio basado en las experiencias sobre este problema en el país ibérico.
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