CERIGUA
La crisis de alimentos en el 2009 podría ser peor que la registrada el año pasado, si no se cambian los actuales patrones de producción, gestión y consumo, advirtió el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
De acuerdo con un comunicado del Programa, los precios de los alimentos podrían subir gradualmente hasta registrar un alza de entre 30 y 50 por ciento para el 2015, situación que afectará gravemente a las personas que viven en situación de pobreza y extrema pobreza.
La información destaca que las cosechas de cereales se encuentran estancadas, mientras que la producción pesquera registra un declive a nivel mundial; aproximadamente el 25 por ciento de los alimentos podría perderse a causa del calentamiento global.
El documento resalta que es indispensable adoptar medidas de aprovechamiento de los desperdicios alimenticios, para la producción de biocombustibles, ya que de esa forma se podría contribuir a disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero.
En la actualidad, 30 millones de toneladas de pescado son desechadas al mar anualmente, porque no llenan los requisitos de las transnacionales, sin embargo, podrían ser utilizadas para la demanda de consumo per cápita, sin aumentar la degradación de los ecosistemas marinos, añade la publicación.
El PNUMA también sugirió que se produzca azúcar de los desechos de paja o que se alimente al ganado con cáscaras de frutas y legumbres, como medida de aprovechamiento y para contribuir a preservar los recursos naturales.
La crisis de alimentos en el 2009 podría ser peor que la registrada el año pasado, si no se cambian los actuales patrones de producción, gestión y consumo, advirtió el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
De acuerdo con un comunicado del Programa, los precios de los alimentos podrían subir gradualmente hasta registrar un alza de entre 30 y 50 por ciento para el 2015, situación que afectará gravemente a las personas que viven en situación de pobreza y extrema pobreza.
La información destaca que las cosechas de cereales se encuentran estancadas, mientras que la producción pesquera registra un declive a nivel mundial; aproximadamente el 25 por ciento de los alimentos podría perderse a causa del calentamiento global.
El documento resalta que es indispensable adoptar medidas de aprovechamiento de los desperdicios alimenticios, para la producción de biocombustibles, ya que de esa forma se podría contribuir a disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero.
En la actualidad, 30 millones de toneladas de pescado son desechadas al mar anualmente, porque no llenan los requisitos de las transnacionales, sin embargo, podrían ser utilizadas para la demanda de consumo per cápita, sin aumentar la degradación de los ecosistemas marinos, añade la publicación.
El PNUMA también sugirió que se produzca azúcar de los desechos de paja o que se alimente al ganado con cáscaras de frutas y legumbres, como medida de aprovechamiento y para contribuir a preservar los recursos naturales.
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