AP
Mark Sánchez lanzó pases para 413 yardas y cuatro touchdowns, la Universidad del Sur de California dominó a la defensiva, y los Trojans derrotaron el jueves 38-24 a los Nittany Lions de Penn State en el Rose Bowl.
El entrenador Joe Paterno de Penn State miró el partido desde el palco de la prensa, donde ha estado la mayor parte de la temporada tras haber sido operado de la cadera. Lo que vio no pudo haberle gustado, y en un momento dado en la primera mitad la cámara de televisión lo captó sacudiendo la cabeza cuando USC (12-1) adquirió una ventaja de 31-7.
Ya fuera de la Serie de Campeonato de los Bowls, los Trojans (12-1) de USC sólo pueden imaginar lo que podría haber sido si no hubieran perdido 27-21 ante Oregon State el 25 de septiembre.
USC anotó cuatro touchdowns y un gol de campo el jueves en posesiones de balón consecutivas en la primera mitad, para tomar una ventaja de 31-7 en el medio tiempo, frente a un equipo que sólo había permitido un promedio de 12.4 puntos por partido durante la temporada regular.
Con la mejor defensiva en el país, no había forma de que los Trojans desperdiciaran una ventaja así.
Los 31 puntos de USC en la primera mitad son la mayor cantidad anotada por los Tojans en cualquiera de los 33 encuentros de Rose Bowl --un récord-- en que han participado. Pasaron la mayor parte de la segunda mitad dejando correr el tiempo, mientras su defensiva mantenía a raya a Penn State hasta el último cuarto.
Los Nittany Lions anotaron 17 unidades en el período final, para cerrar el partido en forma honrosa, pero quedaron muy por debajo de su promedio de 40.2 puntos por juego.
USC concluyó con 27 primeros intentos y 474 yardas de ofensiva total. Penn State sumó 410 yardas, casi el doble del promedio que los Trojans habían permitido durante la temporada regular.
Mark Sánchez lanzó pases para 413 yardas y cuatro touchdowns, la Universidad del Sur de California dominó a la defensiva, y los Trojans derrotaron el jueves 38-24 a los Nittany Lions de Penn State en el Rose Bowl.
El entrenador Joe Paterno de Penn State miró el partido desde el palco de la prensa, donde ha estado la mayor parte de la temporada tras haber sido operado de la cadera. Lo que vio no pudo haberle gustado, y en un momento dado en la primera mitad la cámara de televisión lo captó sacudiendo la cabeza cuando USC (12-1) adquirió una ventaja de 31-7.
Ya fuera de la Serie de Campeonato de los Bowls, los Trojans (12-1) de USC sólo pueden imaginar lo que podría haber sido si no hubieran perdido 27-21 ante Oregon State el 25 de septiembre.
USC anotó cuatro touchdowns y un gol de campo el jueves en posesiones de balón consecutivas en la primera mitad, para tomar una ventaja de 31-7 en el medio tiempo, frente a un equipo que sólo había permitido un promedio de 12.4 puntos por partido durante la temporada regular.
Con la mejor defensiva en el país, no había forma de que los Trojans desperdiciaran una ventaja así.
Los 31 puntos de USC en la primera mitad son la mayor cantidad anotada por los Tojans en cualquiera de los 33 encuentros de Rose Bowl --un récord-- en que han participado. Pasaron la mayor parte de la segunda mitad dejando correr el tiempo, mientras su defensiva mantenía a raya a Penn State hasta el último cuarto.
Los Nittany Lions anotaron 17 unidades en el período final, para cerrar el partido en forma honrosa, pero quedaron muy por debajo de su promedio de 40.2 puntos por juego.
USC concluyó con 27 primeros intentos y 474 yardas de ofensiva total. Penn State sumó 410 yardas, casi el doble del promedio que los Trojans habían permitido durante la temporada regular.
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