Las cifras de desempleo según San Sojo

Carlos Fernández-Vega

¡Milagro! Y lo hizo San Sojo, quien en plena crisis nacional, con la tienda desmoronándose, logró, por artes sobrenaturales que sólo el Altísimo entenderá, que la tasa oficial de desempleo abierto se redujera, así sea marginalmente, de un mes (noviembre) al siguiente (diciembre), algo inaudito si se considera que las propias cifras gubernamentales (IMSS) reconocen que en los últimos 31 días de 2008 se cancelaron 345 mil 372 empleos en el sector formal de la economía, cifra equivalente a 0.75 por ciento de la población económicamente activa.

¿Qué habrá sucedido en el ínterin que los mortales no lo registraron? ¿Será que un mayor número de mexicanos salió a la calle a lanzar fuego en las esquinas y/o a vender chicles y otras menudencias? ¿Acaso creció el ambulantaje a lo largo y ancho de la República, los emprendedores se duplicaron o los changarreros ampliaron sus negocios y, por ende, requirieron mayor fuerza de trabajo? (dicho sea de paso, todos ellos son considerados como “empleados” por el Inegi).

Sólo lo saben San Sojo y sus asociados allende la estratósfera, pues para efectos oficiales la tasa de desempleo abierto en el país se redujo 15 décimas de punto porcentual en el mismo diciembre, el de 2008, en el que la estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social reconoce una cancelación de 11 mil 141 empleos formales por día, incluidos sábados, domingos y vacaciones, para redondear 345 mil 372 en el citado mes. Ello, sin considerar que en noviembre del mismo año se cancelaron casi 68 mil adicionales. La cancelación de empleo formal en diciembre de 2008 es la mayor que se registra, para un mes igual, desde que a finales de 2000 el “cambio” se aposentó en Los Pinos.

No sólo lo anterior. En el balance anual, la estadística del IMSS documenta pérdida neta de empleo en 2008, pues en todo el año se cancelaron 37 mil 535 empleos, con lo que el número de trabajadores permanentes y eventuales registrados por esa institución retrocedió a niveles similares a los observados a mediados de 2007.

De cualquier suerte, el Inegi reconoce que la tasa oficial de desempleo abierto registrada en diciembre de 2008 (4.32 por ciento de la población económicamente activa) resultó superior a la de igual mes, pero de 2007 (3.4 por ciento de la PEA). Con las cifras anteriores, a lo largo de la “continuidad” alrededor de 400 mil mexicanos han engrosado las filas del ejército de reserva. En síntesis, la mayor tasa oficial de desempleo abierto en el país en lo que va del nuevo siglo se registra en plena “Presidencia del empleo”.

El reporte del instituto dice así: la tasa (oficial) de desocupación abierta fue de 4.32 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en diciembre de 2008, porcentaje superior al registrado en el último mes de 2007, cuando se situó en 3.40 por ciento. Por sexo, en los hombres se incrementó de 3.42 a 4.27 por ciento, y la de las mujeres de 3.37 a 4.4 por ciento entre diciembre de 2007 e igual mes de 2008. Durante 2008, en promedio, la citada tasa oficial se ubicó en 3.99 por ciento de la PEA, contra 3.7 por ciento en 2007. Apunta que para hacer una comparación mensual es necesario analizar las cifras desestacionalizadas, las cuales muestran que en diciembre pasado la tasa (oficial) de desempleo abierto fue ligeramente menor en (0.03 puntos porcentuales) respecto a la del mes inmediato anterior (4.71 contra 4.73). Al considerar solamente el conjunto de 32 principales áreas urbanas del país (con más de cien mil habitantes), en el último mes de 2008 la desocupación oficial en este ámbito significó 5.54 por ciento de la PEA, 1.11 puntos porcentuales por arriba de la observada en diciembre de un año antes. Con base en cifras desestacionalizadas, la TD aumentó en 0.49 puntos porcentuales en relación con la de noviembre pasado. La población subempleada representó 7 por ciento de la PEA y 7.3 por ciento de la población ocupada. Estas proporciones son más altas en los hombres que en las mujeres.

Por lo que toca a la población ocupada, detalla: alcanzó 95.68 por ciento de la PEA en el último mes de 2008, con la siguiente distribución porcentual por sector de actividad: en los servicios se concentró 41.3 por ciento del total; en el comercio 19.9 por ciento; en la industria manufacturera 15.2 por ciento; en las actividades agropecuarias 14 por ciento; en la construcción 8 por ciento; en “otras actividades económicas” (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.8 por ciento, y el restante no especificó su actividad. Según su posición, 68.5 por ciento de los ocupados se identificó como trabajador subordinado y remunerado; 20.6 por ciento como trabajador por cuenta propia; 7.1 por ciento como trabajador sin pago, y 3.8 por ciento como empleador. Puntualiza el Inegi que se considera a la población en edad de trabajar como aquella de 14 años en adelante, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo. Bajo este esquema, los datos preliminares indican que 57.6 por ciento de la población de 14 años y más es económicamente activa (está ocupada o busca estarlo), mientras que 42.4 por ciento se dedica al hogar, estudia, está jubilado o pensionado, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades (población no económicamente activa).

Las rebanadas del pastel

De la lectoría, sobre el primer presidente afroamericano: “sé que empezar a criticar al joven Obama cuando goza del eta de grace inherente al inicio de su mandato puede parecer de mal gusto, pero me atrevo a decir que si el joven Obama no llama a cuentas a su antecesor, estaremos presenciando la expansión en el norte del síndrome de la impunidad que ha diezmado nuestra nación. Razones para iniciar investigaciones sobre el mandato Bush las hay de sobra y en todos los ámbitos. Al respecto, el vicepresidente Biden dice que ‘…hay que mirar hacia delante, no hacia atrás’ (frase que tiene registrada Peña Nieto). ¿Es necesario pasar sobre la ley para ver hacia delante? Por otra parte, el joven Obama declaró recientemente ‘…aún estamos estudiando la forma en que abordaremos ese problema’. Mala señal es aquella que ante la flagrancia se necesite pensar la ley para aplicarla. Frases y retórica de batalla cuando de fabricar impunidad se trata. Huelga decir que ya como presidente electo, desde su primer nombramiento de equipo de trabajo, el joven Obama ha ido decepcionando y cancelando la esperanza del viento nuevo y fresco en la Casa Blanca al rodearse de la vieja guardia demócrata, belicista y clintoniana. Vamos, hasta ratificó en el puesto al secretario de Defensa de Bush. Para terminar, tampoco resulta alentador ver cómo el joven Obama se deja seducir por el show mediático y se retrata con toda esa camarilla de beneficiarios de la caridad institucionalizada (Shakira, Bono, etcétera), cuya fama y fortuna crecen en la misma medida que los problemas que pretenden atender” (Víctor Adrián Trujillo Muñoz, vicdrian1@hotmail.com).

Comentarios