Teodoro Rentería Arróyave
Magnífica noticia: Logra una derechohabiente ganar un amparo que evita que el Instituto Nacional del Fondo de Vivienda de los Trabajadores, INOFONAVIT venda su deuda vencida, acción condenable por que coloca a las instituciones de seguridad social en el vulgar terreno del lucro y el agio.
El escándalo es en grande, puesto que este caso forma parte de los cincuenta y cinco mil créditos que vendió el empresario panista de origen gallego David Leopoldo Sánchez-Tembleque Cayazzo, exsubdirector general de planeación y finanzas del Infonavit a empresas extranjeras, las cuales sólo pagaron al instituto, en promedio, 11 por ciento del valor real de la cartera vencida, esto es, entre veinte y veinticinco mil pesos por casa habitación, pero las revendió a sus propietarios originales entre quinientos y setecientos mil pesos.
El único medio que denunció tal atrocidad fue el diario La Jornada, en notas de los colegas Javier Valdez Cárdenas, Enrique Méndez y Ciro Pérez; el 5 de enero en un despacho de Culiacán, Sinaloa, se informó que alrededor de 38 mil familias de este estado y su vecino Sonora, están en riesgo de perder los inmuebles que obtuvieron a través del INFONAVIT, ya que la institución en flagrante violación a la ley y sus objetivo social, vendió a las empresas de capital estadunidense Pendulum Associates y Sociedad Corporativa para la Resolución de Activos y Propiedad, SCRAP 2, alrededor de 110 mil casas que se encuentran en cartera vencida en México, según denunciaron organismos defensores de derechohabientes en esas entidades.
El Frente en Defensa de la Vivienda de Sinaloa, el Colectivo Ciudadano por la Defensa del Patrimonio Familiar de Mazatlán, el Frente Estatal en Defensa de la Vivienda de Sonora, y Ciudadanos en Defensa de la Vivienda del estado de México advirtieron que se defenderán de lo que llaman correctamente: “política neoliberal y privatizadora del gobierno federal”.
El asunto es de tal gravedad, que ofende que las autoridades correspondientes no hayan intervenido para llamar a cuentas a los funcionarios de la institución y a los abogados, ligados al Partido Acción Nacional, PAN, dedicado ha manejar los despachos de cobranza de la empresas extranjeras, obviamente, con intimidaciones y amenazas contrarias a la ley.
Afortunadamente el Consejo de Defensa de la Vivienda del “gobierno legítimo”, el de Andrés Manuel López Obrador, ganó un amparo definitivo en contra de la empresa Capital Market, Capmark, en favor de Sylvia Díaz Gutiérrez, titular del crédito, con lo cual dicha compañía privada deberá devolver, en este caso individual, la cartera vencida que adquirió.
Lo trascedente de la resolución, que por unanimidad votó el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, con sede en el Distrito Federal, es en el sentido de que estableció que el INFONAVIT, como parte del Estado mexicano, tiene la función primordial de asegurar una vivienda digna y decorosa a los trabajadores, y que al vender cartera vencida rompe con el esquema de seguridad social para el que está obligado.
Además, el Consejo, constituido en junio de 2007, lleva otros 103 casos de solicitud de amparo contra dichas empresas estadounidenses, Capmark y SCRAP II, y se espera ganar la mayoría, con objeto de sentar jurisprudencia para evitar que el INFONAVIT continúe con la venta inconstitucional de cartera vencida a compañías privadas.
Si se toma en cuenta que el fallo, con el número de expediente 422/2008, se votó por unanimidad el 10 de diciembre pasado, y con ello no sólo revocó la sentencia del 30 de septiembre en la cual el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa le había dado la razón al INFONAVIT y a sus beneficiadas empresas extranjeras, es de extrañarse, repetimos, que las autoridades, desde el propio Presidente de la República, no hayan iniciado las investigaciones correspondientes en contra de los funcionarios deshonestos y empresas coludidas.
A las instituciones de seguridad social, por su naturaleza y por el objetivo para las que fueron creadas, les está vedado por principio lógico incursionar en el vulgar terreno del lucro y mucho menos del agio.
Magnífica noticia: Logra una derechohabiente ganar un amparo que evita que el Instituto Nacional del Fondo de Vivienda de los Trabajadores, INOFONAVIT venda su deuda vencida, acción condenable por que coloca a las instituciones de seguridad social en el vulgar terreno del lucro y el agio.
El escándalo es en grande, puesto que este caso forma parte de los cincuenta y cinco mil créditos que vendió el empresario panista de origen gallego David Leopoldo Sánchez-Tembleque Cayazzo, exsubdirector general de planeación y finanzas del Infonavit a empresas extranjeras, las cuales sólo pagaron al instituto, en promedio, 11 por ciento del valor real de la cartera vencida, esto es, entre veinte y veinticinco mil pesos por casa habitación, pero las revendió a sus propietarios originales entre quinientos y setecientos mil pesos.
El único medio que denunció tal atrocidad fue el diario La Jornada, en notas de los colegas Javier Valdez Cárdenas, Enrique Méndez y Ciro Pérez; el 5 de enero en un despacho de Culiacán, Sinaloa, se informó que alrededor de 38 mil familias de este estado y su vecino Sonora, están en riesgo de perder los inmuebles que obtuvieron a través del INFONAVIT, ya que la institución en flagrante violación a la ley y sus objetivo social, vendió a las empresas de capital estadunidense Pendulum Associates y Sociedad Corporativa para la Resolución de Activos y Propiedad, SCRAP 2, alrededor de 110 mil casas que se encuentran en cartera vencida en México, según denunciaron organismos defensores de derechohabientes en esas entidades.
El Frente en Defensa de la Vivienda de Sinaloa, el Colectivo Ciudadano por la Defensa del Patrimonio Familiar de Mazatlán, el Frente Estatal en Defensa de la Vivienda de Sonora, y Ciudadanos en Defensa de la Vivienda del estado de México advirtieron que se defenderán de lo que llaman correctamente: “política neoliberal y privatizadora del gobierno federal”.
El asunto es de tal gravedad, que ofende que las autoridades correspondientes no hayan intervenido para llamar a cuentas a los funcionarios de la institución y a los abogados, ligados al Partido Acción Nacional, PAN, dedicado ha manejar los despachos de cobranza de la empresas extranjeras, obviamente, con intimidaciones y amenazas contrarias a la ley.
Afortunadamente el Consejo de Defensa de la Vivienda del “gobierno legítimo”, el de Andrés Manuel López Obrador, ganó un amparo definitivo en contra de la empresa Capital Market, Capmark, en favor de Sylvia Díaz Gutiérrez, titular del crédito, con lo cual dicha compañía privada deberá devolver, en este caso individual, la cartera vencida que adquirió.
Lo trascedente de la resolución, que por unanimidad votó el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, con sede en el Distrito Federal, es en el sentido de que estableció que el INFONAVIT, como parte del Estado mexicano, tiene la función primordial de asegurar una vivienda digna y decorosa a los trabajadores, y que al vender cartera vencida rompe con el esquema de seguridad social para el que está obligado.
Además, el Consejo, constituido en junio de 2007, lleva otros 103 casos de solicitud de amparo contra dichas empresas estadounidenses, Capmark y SCRAP II, y se espera ganar la mayoría, con objeto de sentar jurisprudencia para evitar que el INFONAVIT continúe con la venta inconstitucional de cartera vencida a compañías privadas.
Si se toma en cuenta que el fallo, con el número de expediente 422/2008, se votó por unanimidad el 10 de diciembre pasado, y con ello no sólo revocó la sentencia del 30 de septiembre en la cual el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa le había dado la razón al INFONAVIT y a sus beneficiadas empresas extranjeras, es de extrañarse, repetimos, que las autoridades, desde el propio Presidente de la República, no hayan iniciado las investigaciones correspondientes en contra de los funcionarios deshonestos y empresas coludidas.
A las instituciones de seguridad social, por su naturaleza y por el objetivo para las que fueron creadas, les está vedado por principio lógico incursionar en el vulgar terreno del lucro y mucho menos del agio.
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