APRO
Dos emboscadas de sicarios contra militares y un total de 18 ejecutados ha sido el saldo de las acciones del crimen organizado en las primeras horas de 2009.
El primero de enero, en Uruachic, Chihuahua, un grupo de narcotraficantes se enfrentó con miembros del Ejército, dejando un saldo de tres sicarios muertos e igual número de soldados heridos.
Los militares fueron atacados cuando realizaban un recorrido para encontrar plantíos de mariguana.
Los sicarios fueron sorprendidos con cerca de 200 kilogramos de mariguana y 100 kilogramos de semilla de la planta.
Minutos antes, alrededor de las 2:40 de la madrugada del primer día del año, fue asesinado de cuatro disparos Luis Alejandro García.
Pasadas las cuatro de la madrugada, en la colonia Azteca apareció el cadáver de un hombre de aproximadamente 35 años de edad.
Antes, a las 00:20 horas falleció en el Hospital General de Ciudad Juárez José Rodolfo Esparza, de 18 años de edad. La víctima tenía heridas en el pecho como consecuencia de los balazos sufridos previamente.
En La Huerta, Jalisco, una riña entre las familias Madrigal y Virrueta acabó con la vida de cuatro personas en plena noche de año nuevo.
Murieron por balas de 0.45 milímetros: Leopoldo Madrigal Betancourt, de 46 años; María de Jesús Virrueta Baltazar, de 45; Macario Madrigal Virrueta, de 18, y Efraín Valencia Madrigal, de 23.
En Los Mochis, Sinaloa, Karla Chaparro, su hermano Ray Desel y el padre de ambos, Carlos Chaparro, murieron después de ser atacados esa misma noche.
En Oaxaca, fue asesinado de manos de la policía Manuel Cruz Cervantes, de 25 años de edad. El hombre fue perseguido por los gendarmes, y, en un intento de fuga, fue baleado hasta quedar sin vida.
En Tijuana, Baja California, un par de hombres armados entraron a casa de Saúl Tamayo y emprendieron fuego contra él, provocando su muerte apenas 40 minutos después de iniciado 2009.
Un desconocido de aproximadamente 20 años apareció ejecutado a las 2 de la madrugada de ese mismo día en Tijuana. No hay más información al respecto.
En Michoacán se registraron dos asesinatos. En el primero murió Yadira Hernández, de dos balazos; en el segundo, Rogelio Mendoza, quien falleció después de ser disparado en el rostro.
En Torreón, Coahuila, durante cuatro horas se registró un tiroteo que orilló a los habitantes a resguardarse debajo de sus camas.
Los disparos iniciaron pasadas las 3:30 de la tarde del primero de enero y terminaron cerca de las siete de la noche. Al momento, las autoridades no han precisado si la balacera cobró víctimas fatales, aunque extraoficialmente se habla únicamente de dos heridos.
Entre el armamento utilizado por los delincuentes destacan granadas y bazucas.
Dos emboscadas de sicarios contra militares y un total de 18 ejecutados ha sido el saldo de las acciones del crimen organizado en las primeras horas de 2009.
El primero de enero, en Uruachic, Chihuahua, un grupo de narcotraficantes se enfrentó con miembros del Ejército, dejando un saldo de tres sicarios muertos e igual número de soldados heridos.
Los militares fueron atacados cuando realizaban un recorrido para encontrar plantíos de mariguana.
Los sicarios fueron sorprendidos con cerca de 200 kilogramos de mariguana y 100 kilogramos de semilla de la planta.
Minutos antes, alrededor de las 2:40 de la madrugada del primer día del año, fue asesinado de cuatro disparos Luis Alejandro García.
Pasadas las cuatro de la madrugada, en la colonia Azteca apareció el cadáver de un hombre de aproximadamente 35 años de edad.
Antes, a las 00:20 horas falleció en el Hospital General de Ciudad Juárez José Rodolfo Esparza, de 18 años de edad. La víctima tenía heridas en el pecho como consecuencia de los balazos sufridos previamente.
En La Huerta, Jalisco, una riña entre las familias Madrigal y Virrueta acabó con la vida de cuatro personas en plena noche de año nuevo.
Murieron por balas de 0.45 milímetros: Leopoldo Madrigal Betancourt, de 46 años; María de Jesús Virrueta Baltazar, de 45; Macario Madrigal Virrueta, de 18, y Efraín Valencia Madrigal, de 23.
En Los Mochis, Sinaloa, Karla Chaparro, su hermano Ray Desel y el padre de ambos, Carlos Chaparro, murieron después de ser atacados esa misma noche.
En Oaxaca, fue asesinado de manos de la policía Manuel Cruz Cervantes, de 25 años de edad. El hombre fue perseguido por los gendarmes, y, en un intento de fuga, fue baleado hasta quedar sin vida.
En Tijuana, Baja California, un par de hombres armados entraron a casa de Saúl Tamayo y emprendieron fuego contra él, provocando su muerte apenas 40 minutos después de iniciado 2009.
Un desconocido de aproximadamente 20 años apareció ejecutado a las 2 de la madrugada de ese mismo día en Tijuana. No hay más información al respecto.
En Michoacán se registraron dos asesinatos. En el primero murió Yadira Hernández, de dos balazos; en el segundo, Rogelio Mendoza, quien falleció después de ser disparado en el rostro.
En Torreón, Coahuila, durante cuatro horas se registró un tiroteo que orilló a los habitantes a resguardarse debajo de sus camas.
Los disparos iniciaron pasadas las 3:30 de la tarde del primero de enero y terminaron cerca de las siete de la noche. Al momento, las autoridades no han precisado si la balacera cobró víctimas fatales, aunque extraoficialmente se habla únicamente de dos heridos.
Entre el armamento utilizado por los delincuentes destacan granadas y bazucas.
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