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Los grandes mercados mayoristas y minoristas de México, denominados centrales de abasto, viven hoy uno de sus peores momentos de los últimos años, con una franca caída de ventas de mercancías de un 30 por ciento.
La confederación nacional que agrupa esos grandes centros pronosticó que ante los síntomas de recesión internacional, en el primer trimestre del 2009 se esperan considerables pérdidas en más de 20 centrales de abasto de todo el país, incluida esta capital.
Alfredo Neme, titular de esa agrupación de comerciantes, dijo que 18 de esos grandes suministradores de alimentos y otros productos de amplia demanda, preparan actualmente un programa de descuentos a 300 productos, con el fin de evitar la estampida de los consumidores.
Al respecto, precisó que esas medidas se aplicarán para favorecer al 70 por ciento de la población de menores recursos, que adquieren generalmente los alimentos en ese tipo de abastos informales.
Agregó Neme que esta etapa de contracción en las ventas debe agudizarse en las próximas semanas, cuando se espera una mayor cautela en los gastos de la población, lo cual provocará que suba el desempleo en el área comercial y afecte principalmente al sureste del país.
No obstante la depresión en el consumo, fuentes oficiales dijeron que contrario a la tendencia del mercado, los productos del mar se encarecieron en un 23 por ciento, debido a la huelga de pescadores que desde hace 22 días no realizan faenas, por el alto precio del diesel.
En medio de ese panorama, la secretaria de Hacienda y Crédito Público anunció que se destinará una inyección equivalente a unos 30 mil millones de dólares para el rescate de las empresas productoras de bienes de consumo y así aumentar la demanda de productos nacionales.
Los grandes mercados mayoristas y minoristas de México, denominados centrales de abasto, viven hoy uno de sus peores momentos de los últimos años, con una franca caída de ventas de mercancías de un 30 por ciento.
La confederación nacional que agrupa esos grandes centros pronosticó que ante los síntomas de recesión internacional, en el primer trimestre del 2009 se esperan considerables pérdidas en más de 20 centrales de abasto de todo el país, incluida esta capital.
Alfredo Neme, titular de esa agrupación de comerciantes, dijo que 18 de esos grandes suministradores de alimentos y otros productos de amplia demanda, preparan actualmente un programa de descuentos a 300 productos, con el fin de evitar la estampida de los consumidores.
Al respecto, precisó que esas medidas se aplicarán para favorecer al 70 por ciento de la población de menores recursos, que adquieren generalmente los alimentos en ese tipo de abastos informales.
Agregó Neme que esta etapa de contracción en las ventas debe agudizarse en las próximas semanas, cuando se espera una mayor cautela en los gastos de la población, lo cual provocará que suba el desempleo en el área comercial y afecte principalmente al sureste del país.
No obstante la depresión en el consumo, fuentes oficiales dijeron que contrario a la tendencia del mercado, los productos del mar se encarecieron en un 23 por ciento, debido a la huelga de pescadores que desde hace 22 días no realizan faenas, por el alto precio del diesel.
En medio de ese panorama, la secretaria de Hacienda y Crédito Público anunció que se destinará una inyección equivalente a unos 30 mil millones de dólares para el rescate de las empresas productoras de bienes de consumo y así aumentar la demanda de productos nacionales.
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