El denominado “Proceso de Paz” y los crímenes de guerra de Israel

Abel Samir

El “glorioso” ejército de Israel se ha retirado del todo de la Franja de Gaza, después de asesinar a más de 1400 personas y de herir a más de 5.500. Estas cifras no dicen mucho cuando no están unidas a los hechos mismos contra personas indefensas y desarmadas que murieron a manos de esos “valientes” soldados israelitas.

Pero, no sólo se mató a unos cientos de milicianos, también se aniquiló a mansalva y con conocimiento de causa a tanto civil indefenso, entre los cuales había más de 400 niños. Se asesinó a mujeres que salían de entre los escombros con una bandera blanca; a niños en la calle acompañando a sus padres tratando de retirarse a lugares más seguros; se asesinó a gente apiñada en una pieza de sus casas destruidas por la artillería y los misiles de los judíos. Se cometieron todas las atrocidades inimaginables por un pueblo que vive recordando las atrocidades de las SS contra ellos durante la Segunda Guerra. Parece ser que los judíos de hoy se han transformado en los mejores alumnos de las SS alemanas. Israel usó armas prohibidas en zonas extensamente habitadas por la Convención de Ginebra como el fósforo blanco que quema y mutila a la gente. Los judíos bombardearon deliberadamente zonas muy pobladas para matar al máximo de civiles, por cuanto en esas zonas eran muy pocos los milicianos. En un principio, el gobierno israelita lo había negado, pero había no sólo evidencias, había pruebas fehacientes de ello y tuvo que reconocer su uso. Familias enteras llegaron a los hospitales con quemaduras de fósforo. Médicos egipcios como el cirujano Amr Abdul Baky afirmó que nunca en su vida había visto algo semejante, tantos cuerpos mutilados y calcinados por el fósforo. El hospital estaba lleno se sangre y vísceras dijo.

Dicen los judíos que han comenzado una investigación sobre ese asunto, pero terminará como todas las otras investigaciones que se han hecho hasta aquí: ninguna condenó a los criminales. Todos aparecieron inocentes como las blancas palomas.

Y para rematar a un pueblo bloqueado por mar, cielo y tierra, que no puede ni entrar ni sacar su producción, ahora ni siquiera puede producir. Todas sus instalaciones, todas sus pequeñas empresas han sido sistemáticamente destruidas en aras de la “seguridad” del Estado de Israel. De esa forma no sólo se impide la producción, también se arroja al pueblo a una cesantía total. Entre esas empresas está la mayor planta de procesamiento de alimentos, la única que quedaba funcionando. También una empresa que producía cemento para la construcción. La economía, ya muy precaria con el bloqueo (Mucho más profundo y mucho más efectivo que el bloqueo de Cuba), ha quedado en ruinas. Parece ser que el verdadero objetivo de la guerra era arruinar económicamente a Gaza y de esa forma producir el éxodo de sus habitantes hacia países en donde puedan ser acogidos y vivir una vida normal.

Pero también lo que ha quedado en ruina total con estas acciones criminales del sionismo es el llamado “Proceso de Paz”, que verdaderamente nunca ha existido más que en el papel y en unas cuantas reuniones de Abbás (el traidor) con miembros de gobierno israelí para tomar juntos unas tazas de café y, luego, hacer declaraciones para la prensa, engañando así a mucha gente que no entiende de política ni conoce el trasfondo de este asqueroso asunto.

Más de 4.000 viviendas fueron totalmente destruidas y otras 20.000 están inhabitables. Hospitales y escuelas fueron blanco sistemático del bombardeo de los judíos. A eso se sumó el asesinato de personas por soldados israelíes que bromeaban y reían alrededor de sus agonizantes víctimas civiles. Claro está que, Olmert dijo que había llorado por tantos niños muertos, y soltó probablemente algunas lágrimas de cocodrilo, o las simuló para engañar al mundo y aparecer como seres sensibles cuando nada tienen de eso.

Ahora la UE con aprobación de USA y de Israel intenta crear un “gobierno de unidad” entre Fatah y Hamás cuando eso ya no es posible. Cuando ya Fatah no representa a nadie, a no ser a su propia y reducida militancia, porque hasta muchos de sus antiguos militantes y simpatizantes huyen de esa organización para no ser confundidos con los traidores, los delatores, los espías y otras clases de individuos despatriados que no merecen llamarse palestinos.

Como lo dije en un artículo anterior, Fatah se está hundiendo en su propio estiércol, en cambio Hamás surge con mayor fuerza, mayor que antes de la guerra, respaldada ésta por su entereza moral.

Ahora el gobierno de Israel (el único junto al de USA que no reconoce la justicia internacional) ha manifestado que protegerá a sus soldados que hayan cometido crímenes de guerra. Según lo dicho por Olmert, “los comandantes y soldados que estuvieron en Gaza deben saber que están seguros frente a esos tribunales”, es decir frente a los tribunales internacionales. Tienen temor de salir de sus país porque son culpables, tienen temor de que sus nombres sean publicados en internet y que algunos de los soldados con conciencia los delaten.

En todo el mundo hoy se despierta la indignación contra estos bárbaros actos del Estado de Israel. Incluso el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Gaza, Richard Falk (de religión judía), afirmó que Israel cometió crímenes de guerra en Gaza. Entre otras cosas dijo: "La evidencia de la violación de la ley humanitaria es tan clara que no tengo ninguna duda de la necesidad de una investigación independiente que demuestre que Israel ha cometido crímenes de guerra". El mismo bloqueo de la Franja de Gaza ya es un crimen contra la humanidad. El mismo secretario general de la ONU, Ban Ki Mun, que estuvo de visita en Gaza recientemente se mostró sorprendido del ensañamiento de Israel con la gente de Gaza. Amnistía Internacional y otras organizaciones de defensa de los derechos humanos se han pronunciado categóricamente sobre los crímenes de guerra cometidos por los israelitas. Lo extraño de todo esto es el silencio de Obama, el nuevo presidente de USA, sobre estos crímenes. No ha dicho ni una sola palabra de condena, solo su comprensión de la acción militar de Israel. Aunque pensándolo bien, el silencio de Obama es explicable, porque el cambio de presidente de USA, así sea mulato, chino, negro del todo, indio o de cualquier etnia que sea, sigue siendo el representante de los capitalistas norteamericanos, de los grandes empresarios y por supuesto del Imperio norteamericano que pretende erigirse en el mayor poder mundial y rector de la política y de la economía del mundo. Que tenga o no buenas intenciones, que repare en su país injusticias que existen ya centenas de años, no cambia su esencia, ni su ideología burguesa al servicio de los intereses de la clase dominante de USA. Quienes no lo vean así, bueno, están ciegos a la realidad.

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