Pedro Echeverría V.
1. Hace 100 años, en la época de la dictadura de Porfirio Díaz, la gran mayoría de intelectuales y políticos vivían de los privilegios que les brindaba el poder. Asistentes de grandes banquetes, de aristocráticas fiestas y disfrutando de subsidios, regalos y buenos vinos, los intelectuales y políticos no podían pensar en que estallaría una revolución. Hoy, por los privilegios que reciben del poder político, económico y por otros medios, esos personajes que deberían ser críticos y defensores de los intereses de los pobres, se oponen a cualquier revolución porque perderían mucho.
2. La realidad es que nadie planeó que en 1910, precisamente en el centenario del estallido de la revolución de independencia aquel 15 de septiembre, estallara una gran revolución social contra la larga dictadura de Porfirio Díaz. Las grandes huelgas obreras encabezadas por los magonistas en 1906/07, los levantamientos campesinos y los escritos clandestinos de algunos luchadores sociales y periodistas que circulaban en las ciudades, demostraban que el descontento crecía pero casi nadie pensaba en el pronto estallido de una revolución, menos poniéndole fecha.
3. Las declaraciones que Díaz le hizo al periodista yanqui James Creelman, en febrero de 1908, parecen haber sido determinantes. El haber dicho que “pensaba retirarse del poder entregándolo a su sucesor porque el pueblo mexicano ya estaba maduro para ejercitar el sufragio y la democracia”, hizo surgir el gran oportunismo político, pero también las ideas de que las cosas podrían cambiar. Los políticos e intelectuales estaban replegados en espera de una oportunidad, mientras luchadores sociales como Flores Magón no paraban sus luchas obreras contra la dictadura.
4. La revolución estalló sin que casi nadie se lo propusiera. Pero doscientos años después de aquella independencia y cien años después de aquella revolución, en 2010 hay por lo menos medio pueblo mexicano que desea y busca un cambio inmediato porque ya no puede soportar las condiciones de pobreza, miseria y hambre en que vive. Necesita el cambio pero no sabe cómo hacerlo. Mientras tanto la clase política y empresarial, usando a los medios de información y los partidos políticos no dejan de mediatizarlo y manipularlo para evitar que piensen en liberarse.
5. Los años 2009 y 2010 serán años mucho más difíciles para el pueblo mexicano, pero también para los gobernantes, que el año 1909/1910. Aunque el número de habitantes era sólo un 14 por ciento del actual, no existían los medios de información que hoy, ni los partidos políticos se hacían notar tanto, pero la miseria de entonces era parecida a la actual entre los trabajadores del campo y la ciudad. Así como el dictador Díaz repartía dinero entre intelectuales y políticos como forma de comprarlos, sucede lo mismo hoy al repartir salarios, subsidios y negocios.
6. “La Sucesión Presidencial”, el célebre libro escrito por Francisco I Madero, que le sirvió de plataforma política para su campaña presidencial, apenas apareció a principios de 1909. Si bien fue una publicación importante porque eran muy escasos los trabajos puntuales sobre política, en el libro aún se consideraba que Porfirio Díaz (el sangriento dictador y represor) “era un buen dictador, además era un hombre moderado, honesto y patriota”. No debe olvidarse que Madero, hijo de poderoso hacendado, hasta entonces, no se planteaba ninguna revolución o levantamiento.
7. A partir de sus convicciones electorales, Madero inició sus giras de propaganda buscando la Presidencia hasta marzo de ese mismo año en los estados de Veracruz, Yucatán, Campeche y Nuevo León. Aunque fueron boicoteadas sus giras en los estados, la realidad es que Díaz (pensando en la solidez de su gobierno, que ya contaba con 34 años) al inicio se burló de la gira dándole libertad para realizarla. Ese mismo año las actividades políticas crecieron y algunos intelectuales, encabezados por Vasconcelos, publicaron el “Antirreleccionista”.
8. La convención del Partido Antirrecciomista, que hizo a Madero su candidato, sólo se realizó hasta abril de 1910 para dar paso a la segunda etapa de las giras de mayo en Puebla, Jalapa y Orizaba, lugares donde fue muy aclamado. Madero se entrevistó incluso con Díaz el 16 de junio provocando la burla del dictador; pero tres días después fue encarcelado. Las elecciones tuvieron lugar el 6 de julio declarándose el triunfo de Díaz y Corral. Madero al escapar de su encierro y publicar el Plan de San Luis lo único que hizo fue prender la chispa que rápidamente incendio la pradera.
9. El estallido oficial de la Revolución fue el 20 de noviembre, aunque días antes hubo levantamientos. Estos, casi de manera automática, se extendieron rápidamente en Puebla, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, Sonora, Morelos, Guerrero, hasta que Madero ingresó al país en marzo de 1911 y surgió el ataque a Ciudad Juárez al que el mismo Madero se opuso por miedo a un conflicto internacional, pero tuvo que aceptar. El 21 de mayo se firmaron los Tratados de Ciudad Juárez que obligaron a Díaz a renunciar y a exiliarse en Francia.
10. Seis meses, de noviembre a abril, fue el tiempo que necesitaron los revolucionarios de 1910 para acabar con la dictadura feudal/burguesa de más de 34 años que jamás soñó en renunciar al poder por obligación. Así como los gobiernos del PAN y del PRI, junto a los poderosos empresarios se sienten hoy muy seguros en el poder, así sucedió hace 100 años con los porfiristas que en medio de su vida aristocrática no se daban cuenta de lo que abajo sucedía. ¿Qué tal si por casualidades “del destino” la crisis mundial se agrava y el gobierno mexicano no encuentra salidas para un pueblo que ya no aguanta?
11. El año de 2009 será uno de los más difíciles del México actual. Si bien en estos momentos la gran crisis económica no ha prendido con fuerza en México y América Latina como en los EEUU y Europa, en los próximos meses podrá profundizar los problemas del país que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN han agudizado del 1982. Sin embargo debemos estar muy vigilantes y preparados para evitar que se profundice más la miseria de la mayoría de nuestro pueblo y también estar dispuestos a apoyar las batallas que se intensificarán en todo país. ¡Feliz año nuevo!
1. Hace 100 años, en la época de la dictadura de Porfirio Díaz, la gran mayoría de intelectuales y políticos vivían de los privilegios que les brindaba el poder. Asistentes de grandes banquetes, de aristocráticas fiestas y disfrutando de subsidios, regalos y buenos vinos, los intelectuales y políticos no podían pensar en que estallaría una revolución. Hoy, por los privilegios que reciben del poder político, económico y por otros medios, esos personajes que deberían ser críticos y defensores de los intereses de los pobres, se oponen a cualquier revolución porque perderían mucho.
2. La realidad es que nadie planeó que en 1910, precisamente en el centenario del estallido de la revolución de independencia aquel 15 de septiembre, estallara una gran revolución social contra la larga dictadura de Porfirio Díaz. Las grandes huelgas obreras encabezadas por los magonistas en 1906/07, los levantamientos campesinos y los escritos clandestinos de algunos luchadores sociales y periodistas que circulaban en las ciudades, demostraban que el descontento crecía pero casi nadie pensaba en el pronto estallido de una revolución, menos poniéndole fecha.
3. Las declaraciones que Díaz le hizo al periodista yanqui James Creelman, en febrero de 1908, parecen haber sido determinantes. El haber dicho que “pensaba retirarse del poder entregándolo a su sucesor porque el pueblo mexicano ya estaba maduro para ejercitar el sufragio y la democracia”, hizo surgir el gran oportunismo político, pero también las ideas de que las cosas podrían cambiar. Los políticos e intelectuales estaban replegados en espera de una oportunidad, mientras luchadores sociales como Flores Magón no paraban sus luchas obreras contra la dictadura.
4. La revolución estalló sin que casi nadie se lo propusiera. Pero doscientos años después de aquella independencia y cien años después de aquella revolución, en 2010 hay por lo menos medio pueblo mexicano que desea y busca un cambio inmediato porque ya no puede soportar las condiciones de pobreza, miseria y hambre en que vive. Necesita el cambio pero no sabe cómo hacerlo. Mientras tanto la clase política y empresarial, usando a los medios de información y los partidos políticos no dejan de mediatizarlo y manipularlo para evitar que piensen en liberarse.
5. Los años 2009 y 2010 serán años mucho más difíciles para el pueblo mexicano, pero también para los gobernantes, que el año 1909/1910. Aunque el número de habitantes era sólo un 14 por ciento del actual, no existían los medios de información que hoy, ni los partidos políticos se hacían notar tanto, pero la miseria de entonces era parecida a la actual entre los trabajadores del campo y la ciudad. Así como el dictador Díaz repartía dinero entre intelectuales y políticos como forma de comprarlos, sucede lo mismo hoy al repartir salarios, subsidios y negocios.
6. “La Sucesión Presidencial”, el célebre libro escrito por Francisco I Madero, que le sirvió de plataforma política para su campaña presidencial, apenas apareció a principios de 1909. Si bien fue una publicación importante porque eran muy escasos los trabajos puntuales sobre política, en el libro aún se consideraba que Porfirio Díaz (el sangriento dictador y represor) “era un buen dictador, además era un hombre moderado, honesto y patriota”. No debe olvidarse que Madero, hijo de poderoso hacendado, hasta entonces, no se planteaba ninguna revolución o levantamiento.
7. A partir de sus convicciones electorales, Madero inició sus giras de propaganda buscando la Presidencia hasta marzo de ese mismo año en los estados de Veracruz, Yucatán, Campeche y Nuevo León. Aunque fueron boicoteadas sus giras en los estados, la realidad es que Díaz (pensando en la solidez de su gobierno, que ya contaba con 34 años) al inicio se burló de la gira dándole libertad para realizarla. Ese mismo año las actividades políticas crecieron y algunos intelectuales, encabezados por Vasconcelos, publicaron el “Antirreleccionista”.
8. La convención del Partido Antirrecciomista, que hizo a Madero su candidato, sólo se realizó hasta abril de 1910 para dar paso a la segunda etapa de las giras de mayo en Puebla, Jalapa y Orizaba, lugares donde fue muy aclamado. Madero se entrevistó incluso con Díaz el 16 de junio provocando la burla del dictador; pero tres días después fue encarcelado. Las elecciones tuvieron lugar el 6 de julio declarándose el triunfo de Díaz y Corral. Madero al escapar de su encierro y publicar el Plan de San Luis lo único que hizo fue prender la chispa que rápidamente incendio la pradera.
9. El estallido oficial de la Revolución fue el 20 de noviembre, aunque días antes hubo levantamientos. Estos, casi de manera automática, se extendieron rápidamente en Puebla, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, Sonora, Morelos, Guerrero, hasta que Madero ingresó al país en marzo de 1911 y surgió el ataque a Ciudad Juárez al que el mismo Madero se opuso por miedo a un conflicto internacional, pero tuvo que aceptar. El 21 de mayo se firmaron los Tratados de Ciudad Juárez que obligaron a Díaz a renunciar y a exiliarse en Francia.
10. Seis meses, de noviembre a abril, fue el tiempo que necesitaron los revolucionarios de 1910 para acabar con la dictadura feudal/burguesa de más de 34 años que jamás soñó en renunciar al poder por obligación. Así como los gobiernos del PAN y del PRI, junto a los poderosos empresarios se sienten hoy muy seguros en el poder, así sucedió hace 100 años con los porfiristas que en medio de su vida aristocrática no se daban cuenta de lo que abajo sucedía. ¿Qué tal si por casualidades “del destino” la crisis mundial se agrava y el gobierno mexicano no encuentra salidas para un pueblo que ya no aguanta?
11. El año de 2009 será uno de los más difíciles del México actual. Si bien en estos momentos la gran crisis económica no ha prendido con fuerza en México y América Latina como en los EEUU y Europa, en los próximos meses podrá profundizar los problemas del país que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN han agudizado del 1982. Sin embargo debemos estar muy vigilantes y preparados para evitar que se profundice más la miseria de la mayoría de nuestro pueblo y también estar dispuestos a apoyar las batallas que se intensificarán en todo país. ¡Feliz año nuevo!
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