por: Waldo Munizaga
waldomunizaga@hotmail.com
Como era de esperarlo la noticia de la puesta en orbita del satélite espacial venezolano SATVEN I, mejor llamado Satélite “Simón Bolívar”, ha dejado a muchos prácticamente amargados apostando y ligando el fracaso con ganas de que se repitiera lo amargamente sufrido con el triste y doloroso episodio del challenger en el año 1986.
En estos momentos cuando el “Simón Bolívar” ya se encuentra buscando su orbita estacionaria donde deberá de cumplir la misión de paz de impulsar la integración latinoamericana, nuevas oportunidades despegan para que los provechosos y oportunos adelantos tecnológicos disponibles por nuestra contemporaneidad nos permitan reconocernos desde nuestras propias y originarias raíces de nuestra identidad.
Imperioso y urgente venía siendo para nuestros pueblos que los respectivos espectros radioeléctricos pudiesen algún día estar verdaderamente al servicio de promover y transmitir la creación cultural y artística de nuestras propias verdades. Impulso y garantía para que el imaginario creador de nuestro genuino y contestatario valor tenga la suficiente autonomía y libertad de expresión para competir, en igualdad de oportunidades y de condiciones, con los cancerígenos refritos del extranjero.
Inocente o no resulta llamativo que un día después del importante acontecimiento la página Web de correo electrónico Hot Mail bajo el encabezado del exitoso acontecimiento ilustrara la noticia con una fotografía premeditadamente en posición invertida, claramente dando la impresión como si el cohete hubiera tomado un rumbo catastróficamente nefasto.
El escozor principal viene justificadamente fundado ante la aseveración de que el “Simón Bolívar” servirá para impulsar el socialismo en la región. Socializar y democratizar el acceso de las telecomunicaciones a los sectores más distantes y marginados resulta nada alentador y conveniente para quienes habiendo hegemónicamente capitalizado el dominio absoluto de esta primera herramienta de la tecnología moderna, deciden exclusivamente bajo sus propios intereses expansionistas que es lo mejor para nosotros y para el papel que debemos sumisamente cumplir dentro de su Mercado Global. Irónicamente entreteniéndonos e informándonos a partir sobre nuestra supuesta condición subdesarrollada y tercer mundista.
El descalabro financiero capitalista internacional deja de antemano prever quienes terminarán pagando los platos rotos. La implementación de esta pretensión les requerirá un descomunal esfuerzo mediático tendiente a sofocar los esperados brotes de descontento que incuestionablemente surgirán. Hasta ahora tal ha sido su capacidad y dominio sobre su población que incluso el candidato republicano John MCcain aun se haya con probabilidades reales para la presidencia de ese país, sorprendentemente sorteando todo posible y esperado voto-castigo del pueblo norteamericano.
Definitivamente el “Simón Bolívar” ha llegado a una muy buena hora. A partir de unas pocas semanas los pueblos latinoamericanos tendrán la oportunidad de ver el lado oculto y verdadero del capitalismo. Verdaderamente informarse sobre de qué manera sus gobiernos particularmente enfrentan una crisis exclusivamente nacida por la avaricia de los ricos y poderosos, y que por sus consabidas artimañas pretenderán que desvergonzadamente sea pagada por los más desposeídos del mundo.
waldomunizaga@hotmail.com
Como era de esperarlo la noticia de la puesta en orbita del satélite espacial venezolano SATVEN I, mejor llamado Satélite “Simón Bolívar”, ha dejado a muchos prácticamente amargados apostando y ligando el fracaso con ganas de que se repitiera lo amargamente sufrido con el triste y doloroso episodio del challenger en el año 1986.
En estos momentos cuando el “Simón Bolívar” ya se encuentra buscando su orbita estacionaria donde deberá de cumplir la misión de paz de impulsar la integración latinoamericana, nuevas oportunidades despegan para que los provechosos y oportunos adelantos tecnológicos disponibles por nuestra contemporaneidad nos permitan reconocernos desde nuestras propias y originarias raíces de nuestra identidad.
Imperioso y urgente venía siendo para nuestros pueblos que los respectivos espectros radioeléctricos pudiesen algún día estar verdaderamente al servicio de promover y transmitir la creación cultural y artística de nuestras propias verdades. Impulso y garantía para que el imaginario creador de nuestro genuino y contestatario valor tenga la suficiente autonomía y libertad de expresión para competir, en igualdad de oportunidades y de condiciones, con los cancerígenos refritos del extranjero.
Inocente o no resulta llamativo que un día después del importante acontecimiento la página Web de correo electrónico Hot Mail bajo el encabezado del exitoso acontecimiento ilustrara la noticia con una fotografía premeditadamente en posición invertida, claramente dando la impresión como si el cohete hubiera tomado un rumbo catastróficamente nefasto.
El escozor principal viene justificadamente fundado ante la aseveración de que el “Simón Bolívar” servirá para impulsar el socialismo en la región. Socializar y democratizar el acceso de las telecomunicaciones a los sectores más distantes y marginados resulta nada alentador y conveniente para quienes habiendo hegemónicamente capitalizado el dominio absoluto de esta primera herramienta de la tecnología moderna, deciden exclusivamente bajo sus propios intereses expansionistas que es lo mejor para nosotros y para el papel que debemos sumisamente cumplir dentro de su Mercado Global. Irónicamente entreteniéndonos e informándonos a partir sobre nuestra supuesta condición subdesarrollada y tercer mundista.
El descalabro financiero capitalista internacional deja de antemano prever quienes terminarán pagando los platos rotos. La implementación de esta pretensión les requerirá un descomunal esfuerzo mediático tendiente a sofocar los esperados brotes de descontento que incuestionablemente surgirán. Hasta ahora tal ha sido su capacidad y dominio sobre su población que incluso el candidato republicano John MCcain aun se haya con probabilidades reales para la presidencia de ese país, sorprendentemente sorteando todo posible y esperado voto-castigo del pueblo norteamericano.
Definitivamente el “Simón Bolívar” ha llegado a una muy buena hora. A partir de unas pocas semanas los pueblos latinoamericanos tendrán la oportunidad de ver el lado oculto y verdadero del capitalismo. Verdaderamente informarse sobre de qué manera sus gobiernos particularmente enfrentan una crisis exclusivamente nacida por la avaricia de los ricos y poderosos, y que por sus consabidas artimañas pretenderán que desvergonzadamente sea pagada por los más desposeídos del mundo.
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