Francisco Rodríguez / Índice Político
Para Alberto Aguirre. Con un abrazo solidario
QUE NO LE digan. Que no le cuenten. La devaluación del peso mexicano, la semana anterior, fue un evento perfectamente previsible. Miente Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México y autor intelectual del saqueo denominado Fobaproa, cuando en Washington dice sudoroso que estos eventos lo tomaron por sorpresa.
Se lo comenté ya aquí el viernes anterior. Desde su inescrutable atalaya, Ortiz y su banda compraron dólares baratos hace un trimestre, cuando lo razonable hubiera sido –que no existe el hubiera— adquirir Derechos Especiales de Giro, con lo que las reservas nacionales se habrían mantenido intocadas ante la crisis que todos, menos él ni las "autoridades" hacendarias, preveían.
Cada que miente, Ortiz Martínez suda la gota gorda. Por eso se le ve permanentemente empapado.
Mintió el domingo en la capital imperial –desde donde se diseña un nuevo orden mundial que recoloque a EU como la primera potencia--, pues tuvo todo el tiempo, más de tres meses, para avisar a sus amigos y conocidos del derrumbe del peso. No de a gratis, eso sí.
Mintió el domingo, pues en ese lapso uno de sus protegeés, Guillermo Prieto –quien encabeza a la Bolsa Mexicana de Valores--, tuvo el tiempo suficiente para bursatilizar ese changarro, al que algunos llaman casino, e hincar a los corredores de acciones 2 mil 800 millones de dólares, por un negocio que apenas si vale unos 18 millones de billetes verdes, lo que costó el edificio que es su sede.
Mintió Ortiz Martínez este domingo, pues no pocos de los empresarios a los que Agustín Carstens acusa de haber provocado el derrumbe de la moneda nacional, habrían sido oportunamente avisados del diluvio anunciado. ¿O qué Rolando Vega, de Wal-Mart –por citar sólo un caso-- ya no es uno de los "cuates" más próximos al gobernador del Banco de México?
Sangre, sudor –mucho sudor— y lágrimas cuestan a México las intere$adas mentiras de Guillermo Ortiz.
¿En qué más nos ha mentido este gran amigo de Ernesto Zedillo?
¿De verdad las reservas internacionales al cuidado del Banco de México estaban invertidas en papeles sólidos, rentables?
¿Nada de los recursos públicos en papeles de la "tronada" Lehman Brothers, por ejemplo?
Y tras esas preguntas, muchas otras más: ¿Ante quien debe rendir cuentas Guillermo Ortiz por sus (fingidas) "sorpresas", si de verdad es cierto que la crisis mundial lo tomó desprevenido (jejeje)?
¿El Senado de la República?
¿A qué espera la (mal) llamada Cámara Alta para citarlo a explicar sus sudores?
¿Cuánto de todo esto que estamos observando y padeciendo obedece a la pugna Carstens Vs. Ortiz y (Luis) Téllez, ante la cual nada ha hecho el señor Felipe Calderón? Ni un "esténse quietos", siquiera.
Y después de este otro saqueo a la Nación, ¿Ortiz se irá tan tranquilo, como si nada, a Basilea, Suiza, ahora a encabezar un banco multilateral y, claro, a esquiar que, como el buceo, le encanta?
Para Alberto Aguirre. Con un abrazo solidario
QUE NO LE digan. Que no le cuenten. La devaluación del peso mexicano, la semana anterior, fue un evento perfectamente previsible. Miente Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México y autor intelectual del saqueo denominado Fobaproa, cuando en Washington dice sudoroso que estos eventos lo tomaron por sorpresa.
Se lo comenté ya aquí el viernes anterior. Desde su inescrutable atalaya, Ortiz y su banda compraron dólares baratos hace un trimestre, cuando lo razonable hubiera sido –que no existe el hubiera— adquirir Derechos Especiales de Giro, con lo que las reservas nacionales se habrían mantenido intocadas ante la crisis que todos, menos él ni las "autoridades" hacendarias, preveían.
Cada que miente, Ortiz Martínez suda la gota gorda. Por eso se le ve permanentemente empapado.
Mintió el domingo en la capital imperial –desde donde se diseña un nuevo orden mundial que recoloque a EU como la primera potencia--, pues tuvo todo el tiempo, más de tres meses, para avisar a sus amigos y conocidos del derrumbe del peso. No de a gratis, eso sí.
Mintió el domingo, pues en ese lapso uno de sus protegeés, Guillermo Prieto –quien encabeza a la Bolsa Mexicana de Valores--, tuvo el tiempo suficiente para bursatilizar ese changarro, al que algunos llaman casino, e hincar a los corredores de acciones 2 mil 800 millones de dólares, por un negocio que apenas si vale unos 18 millones de billetes verdes, lo que costó el edificio que es su sede.
Mintió Ortiz Martínez este domingo, pues no pocos de los empresarios a los que Agustín Carstens acusa de haber provocado el derrumbe de la moneda nacional, habrían sido oportunamente avisados del diluvio anunciado. ¿O qué Rolando Vega, de Wal-Mart –por citar sólo un caso-- ya no es uno de los "cuates" más próximos al gobernador del Banco de México?
Sangre, sudor –mucho sudor— y lágrimas cuestan a México las intere$adas mentiras de Guillermo Ortiz.
¿En qué más nos ha mentido este gran amigo de Ernesto Zedillo?
¿De verdad las reservas internacionales al cuidado del Banco de México estaban invertidas en papeles sólidos, rentables?
¿Nada de los recursos públicos en papeles de la "tronada" Lehman Brothers, por ejemplo?
Y tras esas preguntas, muchas otras más: ¿Ante quien debe rendir cuentas Guillermo Ortiz por sus (fingidas) "sorpresas", si de verdad es cierto que la crisis mundial lo tomó desprevenido (jejeje)?
¿El Senado de la República?
¿A qué espera la (mal) llamada Cámara Alta para citarlo a explicar sus sudores?
¿Cuánto de todo esto que estamos observando y padeciendo obedece a la pugna Carstens Vs. Ortiz y (Luis) Téllez, ante la cual nada ha hecho el señor Felipe Calderón? Ni un "esténse quietos", siquiera.
Y después de este otro saqueo a la Nación, ¿Ortiz se irá tan tranquilo, como si nada, a Basilea, Suiza, ahora a encabezar un banco multilateral y, claro, a esquiar que, como el buceo, le encanta?
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