McCain y Obama en duro debate

"No soy el presidente Bush". Con esta frase el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, John McCain, se defendió de las críticas de su rival demócrata Barack Obama sobre el mal manejo de la economía del presidente en funciones.

"Senador Obama, yo no soy el presidente Bush. Si usted quería competir contra Bush debería de haberse presentado hace cuatro años", afirmó el senador de Arizona quien sacó los guantes en este debate.

El senador de Illinois, sin perder la calma, no se dejó avasallar y explicó que McCain "apoya las mismas políticas que hizo Bush, en impuestos, en energía y en prioridades en el presupuesto".

"El senador McCain votó por cuatro de los cinco presupuestos de Bush", enfatizó.

Este fue uno de los "encontronazos" entre los candidatos, en el tercer y último debate que se realizó la Universidad de Hofstra en Hempstead, Nueva York, que sin duda estuvo mucho más animado que los otros encuentros.

"Esta era la última oportunidad de mostrar lo que tenían", señaló a BBC Mundo una estudiante de cinematografia, Katie Livote, quien organizó uno de las tantas fiestas para seguir el debate.

El moderador del debate, Bob Schieffer, había advertido desde el inicio que esperaba que los candidatos dejaran de ser repetitivos. El periodista de CBS también los puso contra las cuerdas cuando se refirió al tono negativo que había adquirido la campaña.

¿Se lo dirían a la cara?

McCain, cuya campaña ha sido acusada de comenzar una lucha sin cuartel contra Obama defendió el papel de su compañera de fórmula, Sarah Palin, quien acusó al senador de Illinois de ser amigo de terroristas.

"Hay preguntas que el senador se niega a responder", enfatizó McCain, quien a su vez acusó a la campaña de Obama de alimentar el tono negativo.

"Bill Ayers (fundador del grupo radical en los '70) se convirtió en el centro de atención de la campaña de McCain. Este hombre hizo actos deplorables hace 40 años cuando yo tenía 8 años", enfatizó el senador de Illinois, que acusó al senador de Arizona de querer distraer la atención en lugar de centrarse en temas más importantes como la economía o la salud.

McCain, no bajó la guardia en este tema a pesar de que las encuestas aseguran que esta estrategia de ataque ha sido poco efectiva. Un sondeo publicado el miércoles por CBS/New York Times señala que sólo el 9% de los electores creen que Ayers tenga alguna relevancia.

La misma encuesta señala que el senador de Arizona ha perdido mucho terreno en las encuestas, sobre todo por el tema de economía, que es la principal preocupación del electorado.

Joe el plomero

En este sentido, McCain centró su mensaje en lo que llamo el "plan para subir impuestos" de Obama y puso como ejemplo a "Joe el plomero".

"¿Por qué querrías subirle los impuestos a alguien ahora?", le preguntó McCain a Obama. "Necesitamos alentar los negocios", agregó.

Joe Wurzelbache no es un personaje ficticio, sino un elector en Ohio que opina que la política de Obama le obstaculizará su sueño de comprar el negocio para el que trabajó por varios años.

McCain aseguró que a diferencia de su rival, "no sólo te ayudaré a que compres el negocio por el que has trabajado toda tu vida y mantendré tus impuestos bajos y te daré seguro de salud accesible para ti y tus empleados".

Obama, mirando fijamente a la cámara, dijo que no subiría los impuestos a "Joe el plomero", ni a ninguna persona que gane menos de US$250.000 al año.

"Voy a recortar impuestos al 95% de la población", señaló y ante las acusaciones de McCain el demócrata recordó que más del 90% de las pequeñas empresas del país ganan menos de US$250.000 al año.

Obama finalizó diciendo que "ambos queremos recortar los impuestos, la diferencia es a quién queremos ayudar" (acusando a McCain de sólo querer beneficiar a los más ricos).

América Latina

Un tema que no había surgido en los otros debates, fue sin duda América Latina. Obama comenzó por nombrar a Venezuela, cuando habló de la necesidad de "eliminar nuestra dependencia del petróleo"

Pero McCain decidió no darle un respiro al senador de Illinois, a quien acusó de querer reunirse con Hugo Chávez, el presidente venezolano, mientras se opone a un tratado de libre comercio con Colombia, "uno de los mejores aliados de EE.UU."

Obama defendió sus decisiones y aseguró que "apoya el libre comercio", siempre y cuando haya protecciones laborales y del medio ambiente.

América Latina, sin embargo, no será una prioridad para ninguno, llegue quien llegue a la Casa Blanca.

"La prioridad será la economía y los retos son inmensos", señaló Edgard Alden, del Consejo de Relaciones Exteriores.

Para este analista el problema es que muchas de las medidas que tendrán que tomar los candidatos para reactivar la economía serán bastantes dolorosas y por eso "no pueden dar todos los detalles cuando están en campaña".

BBC

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