"Todo mundo necesita el Estados Unidos de Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy, un Estados Unidos que no tema el cambio, que se encuentre en una posición de entender que nada está garantizado para siempre, y que se abra al mundo y a favor de un debate libre", escribe el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov en su artículo "Cara a Cara con los EU: entre el no enfrentamiento y la convergencia", que publica la revista Profile en su edición de octubre.
Lavrov escribe que el mundo de la post guerra fría "resultó ser más complejo de lo esperado hace 15 años. Segun todos los indicios, nos encontramos en una etapa crucial de transformación en el sistema internacional". Es fundamental entender el "mundo real" para formular la política interna y externa, escribe. "Pero en las circunstancias de la globalización, la comunidad internacional necesita desesperadamente desarrollar una visión común de la época histórica contemporánea... La ausencia de semejante visión común ha sido la principal fuente de todas las malinterpretaciones que han surgido en los últimos pocos años entre Rusia y los Estados Unidos". Debe darse con urgencia un "diálogo franco" para resolver dichos problemas, señala Lavrov. Esto es lo que el entonces presidente Vladimir Putin quiso decir en Munich en febrero del 2007, pero Estados Unidos no respondieron. Europa reaccionó de manera diferente, "pero nosotros queremos hablar en primera instancia con Estados Unidos. Nadie podrá lograr la harmonía en las relaciones entre nuestros países por nosotros", sostiene Lavrov.
Lavrov le da crédito a algunas fuentes menos que deseables por al menos articular el problema en las relaciones ruso-estadounidenses: Zbigniew Brzezinski; Henry Kissinger; y George Shultz. También se enfoca en las relaciones entre EU, Rusia y la Unión Europea, no las cuatro potencias que plantea LaRouche (Rusia, EU, China e India) como la clave para resolver la crisis.
La política de Rusia es "exactamente una asociación pragmática basada en el fomento de los intereses comunes". La supuestas diferencias en "valores... no debiera impedir nuestra cooperación en asuntos de vital importancia que no permite ninguna demora. En cuanto a la ideología de Rusia en el dominio de las relaciones internacionales, puede formularse con la ayuda de dos posiciones fundamentales; el sentido común y la norma del derecho internacional".
Los gobiernos de Occidente y en especial la reacción de los medios informativos a los suceso en el Cáucaso, "nos lleva a la interrogante más general de cómo se decide la política exterior estadounidense. En los Estados Unidos ya se plantea. Pero Rusia tiene también el derecho a preguntar. Estados Unidos es nuestro socio más importante independientemente del estado actual de nuestras relaciones. Nosotros debemos saber hasta donde controla el liderato político de Estados Unidos la búsqueda de la política exterior del país... La impresión es que hubieron decisiones mediocres tomadas en asuntos vitales". Lavrov critica con dureza lo que califica como la "privatización de la política exteriores estadounidense en asuntos decisivos [que] sugieren una diplomacia que no es transparente para nada, que debilita la fundación misma de nuestra cooperación".
"Estados Unidos se haya en el umbral de cambios importantes", escribe Lavrov, cambios que ya han afectado Rusia, Europa y otras naciones. Estos cambios fueron forzados sobre Rusia; desde hace mucho, EU ha "tenido la posibilidad de escoger entre reconocer la necesidad de cambios sobre la base del análisis sobrio o esperar hasta que ellos desciendan, como una exigencia dura. La situación actual puede bien indicar que en la historia estadounidense se está cerrando un extenso ciclo; el que comenzó con el Nuevo Trato de Franklin Delano Roosevelt". Lavrov advierte del peligro de guerra: "La historia señala que en las grandes sacudidas económicas y financieras pasadas condujeron a una política agresiva en el escenario internacional", si bien Rusia está determinada a no librar guerras en el exterior.
"En un mundo globalizado, el aislamiento y autoaislamiento no son una alternativa racional. El verdadero progreso puede lograrse sólo a través del esfuerzo conjunto y la cooperación cercana. Eso es exactamente lo que ofrece Rusia a todos nuestros socios internacionales, Estados Unidos en primer lugar", escribe. Con Gran Bretaña, Rusia todavía puede trabajar con ellos a nivel internacional, incluso "si nuestras relaciones bilaterales con este o aquel país llegan a congelarse. Algo como esto ya está ocurriendo en nuestras relaciones con Gran Bretaña. Pero Estados Unidos no es Gran Bretaña.
"¿Podemos permitirnos, o para ser más precisos, puede el mundo permitirse mayor alejamineto entre nuestros países, por los que Alexis de Tocqueville predijo un gran futuro? ¿Debieran ser dos futuros separados o, quizá, un destino común? Yo creo profundamente en lo último...
"Los estadounidenses van a tener que dejar de 'sentirse solos en su poderío' " indicó. "Yo agregaría que todos necesitan el Estados Unidos de Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy, un Estados Unidos que no teme el cambio".
Lavrov escribe que el mundo de la post guerra fría "resultó ser más complejo de lo esperado hace 15 años. Segun todos los indicios, nos encontramos en una etapa crucial de transformación en el sistema internacional". Es fundamental entender el "mundo real" para formular la política interna y externa, escribe. "Pero en las circunstancias de la globalización, la comunidad internacional necesita desesperadamente desarrollar una visión común de la época histórica contemporánea... La ausencia de semejante visión común ha sido la principal fuente de todas las malinterpretaciones que han surgido en los últimos pocos años entre Rusia y los Estados Unidos". Debe darse con urgencia un "diálogo franco" para resolver dichos problemas, señala Lavrov. Esto es lo que el entonces presidente Vladimir Putin quiso decir en Munich en febrero del 2007, pero Estados Unidos no respondieron. Europa reaccionó de manera diferente, "pero nosotros queremos hablar en primera instancia con Estados Unidos. Nadie podrá lograr la harmonía en las relaciones entre nuestros países por nosotros", sostiene Lavrov.
Lavrov le da crédito a algunas fuentes menos que deseables por al menos articular el problema en las relaciones ruso-estadounidenses: Zbigniew Brzezinski; Henry Kissinger; y George Shultz. También se enfoca en las relaciones entre EU, Rusia y la Unión Europea, no las cuatro potencias que plantea LaRouche (Rusia, EU, China e India) como la clave para resolver la crisis.
La política de Rusia es "exactamente una asociación pragmática basada en el fomento de los intereses comunes". La supuestas diferencias en "valores... no debiera impedir nuestra cooperación en asuntos de vital importancia que no permite ninguna demora. En cuanto a la ideología de Rusia en el dominio de las relaciones internacionales, puede formularse con la ayuda de dos posiciones fundamentales; el sentido común y la norma del derecho internacional".
Los gobiernos de Occidente y en especial la reacción de los medios informativos a los suceso en el Cáucaso, "nos lleva a la interrogante más general de cómo se decide la política exterior estadounidense. En los Estados Unidos ya se plantea. Pero Rusia tiene también el derecho a preguntar. Estados Unidos es nuestro socio más importante independientemente del estado actual de nuestras relaciones. Nosotros debemos saber hasta donde controla el liderato político de Estados Unidos la búsqueda de la política exterior del país... La impresión es que hubieron decisiones mediocres tomadas en asuntos vitales". Lavrov critica con dureza lo que califica como la "privatización de la política exteriores estadounidense en asuntos decisivos [que] sugieren una diplomacia que no es transparente para nada, que debilita la fundación misma de nuestra cooperación".
"Estados Unidos se haya en el umbral de cambios importantes", escribe Lavrov, cambios que ya han afectado Rusia, Europa y otras naciones. Estos cambios fueron forzados sobre Rusia; desde hace mucho, EU ha "tenido la posibilidad de escoger entre reconocer la necesidad de cambios sobre la base del análisis sobrio o esperar hasta que ellos desciendan, como una exigencia dura. La situación actual puede bien indicar que en la historia estadounidense se está cerrando un extenso ciclo; el que comenzó con el Nuevo Trato de Franklin Delano Roosevelt". Lavrov advierte del peligro de guerra: "La historia señala que en las grandes sacudidas económicas y financieras pasadas condujeron a una política agresiva en el escenario internacional", si bien Rusia está determinada a no librar guerras en el exterior.
"En un mundo globalizado, el aislamiento y autoaislamiento no son una alternativa racional. El verdadero progreso puede lograrse sólo a través del esfuerzo conjunto y la cooperación cercana. Eso es exactamente lo que ofrece Rusia a todos nuestros socios internacionales, Estados Unidos en primer lugar", escribe. Con Gran Bretaña, Rusia todavía puede trabajar con ellos a nivel internacional, incluso "si nuestras relaciones bilaterales con este o aquel país llegan a congelarse. Algo como esto ya está ocurriendo en nuestras relaciones con Gran Bretaña. Pero Estados Unidos no es Gran Bretaña.
"¿Podemos permitirnos, o para ser más precisos, puede el mundo permitirse mayor alejamineto entre nuestros países, por los que Alexis de Tocqueville predijo un gran futuro? ¿Debieran ser dos futuros separados o, quizá, un destino común? Yo creo profundamente en lo último...
"Los estadounidenses van a tener que dejar de 'sentirse solos en su poderío' " indicó. "Yo agregaría que todos necesitan el Estados Unidos de Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy, un Estados Unidos que no teme el cambio".
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