La pregunta de Manlio Fabio

Marcela Gómez Zalce / A puerta cerrada

• El hoyo negro de Javier
• Los focos rojos de Guillermo


Vancouver, Canadá.- El peligro es mayor, mi estimado, en donde mayor es el temor. Continúa la temeraria montaña rusa en los ánimos de los inversionistas, donde, una vez más, se vivió ayer una muy volátil jornada bursátil que demuestra que con todo y rescates, inyecciones, discursos, reuniones, estupendas fotos y entretenidos acuerdos globales, el fondo parece estar aún lejano, así que básicamente el avión financiero anuncia a sus pasajeros que, porfa, se abrochen sus cinturones de seguridad porque la delicada zona de turbulencia amenaza con dejar despresurizada la atiborrada cabina ocasionando que el amerizaje y/o aterrizaje forzoso (do panic!) no tenga el éxito esperado.

Y así, el inofensivo “catarrito” que ha contagiado letalmente a México, y que ya hace profundos estragos en el desempleo estadunidense, ya desencadenó el éxodo de migrantes que regresan y, of course, están súper entusiasmados con las declaraciones del disfuncional de la secretaría del Trabajo (sucio), Javier Lozano Alarcón, que ya dijo que ni se agobien mis paisanos... aquí ya México los espera con los brazos abiertos del empleo según reza la ceguera calderonista.

Y así, en el embriagante mundo del poder (del no poder), my friend, en el cual Felipe le confió al querido Carlos Mota que la estridencia y el “pesimismo generalizado” es casi privativo de los medios (bola de hojaldras que no entienden ni madres), Javier demuestra estar también bastante desconectado de la delicada realidad, donde sus frentes siguen peligrosamente abiertos ahora sumándose la pequeña bombita llamada Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), que estalló a mediados de agosto (Oficio de Papel de Miguel Badillo) y donde la bolita, aunque no lo parezca, crece y crece.

Sobre todo porque el presidente del Consejo de Administración es el titular de la STyPS, o sea... Lozano Alarcón, que nunca (coopeló pero ahora quiere dar cuello) se tomó la molestia de presentarse a una sola de las simpáticas reuniones. Y con eso de que hace algunas lunas no se están cobrando los divertidos créditos que se les otorgaron a los trabajadores porque… nadie sabe quiénes son y las fallas presentadas en el Credere han desencadenado un desmadre por los montos de la cartera vencida y ya ni hablar que tuvieron que suspenderse las actividades de esta institución en la BMV por órdenes de la CNBV, que desconoce el tamaño del hoyo negro, el asunto amaga con ser otro foco rojo para Guillerno Babatz, a quien también le llueve en su vapuleada milpita...

Amenazada con un interesante tsunami legislativo ante los señalamientos y las exigencias del h. (todavía con minúsculas) Congreso, que en voz de diversos partidos ya está un poco hasta la madre de que la información no fluye en torno a los beneficiarios de la fiesta millonaria de las reservas de Banxico. Y lo más atractivo, amable lector, es que el inservible Gymboree y su jefecito apuestan a que su inseparable compañera llamada impunidad, los vuelva a sacar del centro del debate y el colosal escándalo.

Así que, hold your breath you douchebags.

Felipe, su tesorito en Bucareli, Juan Camilo, y el titular de la CNBV, Guillermo, deberían leer con sumo cuidado las señales del poderoso senador Manlio Fabio Beltrones cuando declaró que es una grosería el tiempo estimado de dos años en que según el organismo se tardará en concluir las investigaciones sobre las empresas que hundieron al peso.

Porque si Calderón & his dumb squad creen que el asunto es sólo de incontinencia verbal y coyuntural en el ánimo de los legisladores, se están equivocando. O de plano creen que todos tienen su misma (in)capacidad mental.

Primero porque el punto de acuerdo de todos los partidos para que se abra la Caja de Pand… no, no… Banxico es un hecho, y segundo, porque con el nuevo instrumento jurídico que nació cunado murió el ritual del (des)informe de (des)gobierno del 1 de septiembre, se inaugura eso de las ingenuas preguntitas parlamentarias para el inquilino de Los Pinos. ¿Me sigue?

Léase como que ante la falta de respuestas y el juego del Tío Lolo por parte de estos pasados, Manlio Fabio le solicitará pacientemente a Felipe, dándole un plazo no mayor a quince días, informe al Congreso los nombres de las empresas invitadas al reventón especulativo.

Y Calderón, my friend, tendrá que responder. (Así que mi Felipe, más vale te fajes… perdón, te pongas a hacer la tarea)

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