Tel Aviv, 26 oct (PL) La líder de Kadima, Tzipi Livni, recomendó hoy la convocatoria a elecciones generales anticipadas en Israel, luego de desistir de sus infructuosos intentos por constituir una coalición de gobierno viable, destacaron fuentes de su partido.
Miembros de la agrupación que encabeza el ejecutivo saliente señalaron que Livni tomó la decisión a última hora del sábado durante una reunión en la que estuvieron presentes varios de sus asesores y el ministro de Transportes, Shaul Mofaz.
La aún canciller y formalmente primera ministra designada debe reunirse este domingo con el presidente Shimon Peres para imponerlo del fracaso de sus gestiones con dirigentes de varios partidos con vistas a estructurar una coalición. Tras más de cuatro semanas de agotadoras consultas, entrevistas y cabildeos de diversa índole, Livni consiguió sólo el respaldo tácito del partido Laborista, dirigido por el titular de Defensa, Ehud Barak, pero tropezó con la negativa de otras formaciones influyentes. De hecho, se convenció de que los israelíes deberán concurrir a comicios adelantados en 2009 después del “no” del partido sefardita ultraortodoxo Shass y Degel Hatorah, que constituyen la mitad de la fracción de United Torah Judaism en el parlamento (Knesset).
Un comunicado emitido este viernes por la agrupación de base confesional confirmó el rechazo a la oferta de Livni para que se uniera a su coalición y lo atribuyó a una decisión del Consejo de Sabios Torah.
Además de desacuerdos respecto a montos millonarios exigidos por Shass, la razón principal de su negativa fue el eco nulo que tuvo su exigencia de que se deje fuera de negociación con los palestinos el estatuto de Jerusalén oriental, capital del futuro estado.
“Estoy harta de esta extorsión. Veremos a todos estos héroes en 90 días”, se quejó la titular, según dijeron sus consejeros al diario The Jerusalem Post en alusión al tiempo en que se realizará la consulta popular, probablemente el 17 de febrero próximo.
Aunque es casi seguro que el mandatario Peres acepte la propuesta de Livni, la ley le otorga facultades para designar en un plazo máximo de tres días a otro parlamentario que él considere capaz de constituir un gobierno estable dentro de 28 días.
Miembros de la agrupación que encabeza el ejecutivo saliente señalaron que Livni tomó la decisión a última hora del sábado durante una reunión en la que estuvieron presentes varios de sus asesores y el ministro de Transportes, Shaul Mofaz.
La aún canciller y formalmente primera ministra designada debe reunirse este domingo con el presidente Shimon Peres para imponerlo del fracaso de sus gestiones con dirigentes de varios partidos con vistas a estructurar una coalición. Tras más de cuatro semanas de agotadoras consultas, entrevistas y cabildeos de diversa índole, Livni consiguió sólo el respaldo tácito del partido Laborista, dirigido por el titular de Defensa, Ehud Barak, pero tropezó con la negativa de otras formaciones influyentes. De hecho, se convenció de que los israelíes deberán concurrir a comicios adelantados en 2009 después del “no” del partido sefardita ultraortodoxo Shass y Degel Hatorah, que constituyen la mitad de la fracción de United Torah Judaism en el parlamento (Knesset).
Un comunicado emitido este viernes por la agrupación de base confesional confirmó el rechazo a la oferta de Livni para que se uniera a su coalición y lo atribuyó a una decisión del Consejo de Sabios Torah.
Además de desacuerdos respecto a montos millonarios exigidos por Shass, la razón principal de su negativa fue el eco nulo que tuvo su exigencia de que se deje fuera de negociación con los palestinos el estatuto de Jerusalén oriental, capital del futuro estado.
“Estoy harta de esta extorsión. Veremos a todos estos héroes en 90 días”, se quejó la titular, según dijeron sus consejeros al diario The Jerusalem Post en alusión al tiempo en que se realizará la consulta popular, probablemente el 17 de febrero próximo.
Aunque es casi seguro que el mandatario Peres acepte la propuesta de Livni, la ley le otorga facultades para designar en un plazo máximo de tres días a otro parlamentario que él considere capaz de constituir un gobierno estable dentro de 28 días.
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