Colin Powell, quien fuera secretario de Estado del gobierno de George W. Bush, manifestó su apoyo a la candidatura del demócrata Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos.
Luego de muchas especulaciones, finalmente Powell hizo público su respaldo en un programa de la cadena estadounidense NBC.
"Él (Obama) tiene estilo y sustancia. Creo que es una figura transformadora....Obama mostró constancia, vigor intelectual. Tiene una forma definida de negociar, lo que nos hará bien", dijo Powell.
En pocas palabras opinó que el senador por Illinois podría ser un "presidente excepcional"
Powell fue durante años uno de los miembros más reconocidos del gobierno de Bush, de quien se distanció desde que dejara la secretaría de Estado en 2005. Incluso con la popularidad del mandatario hasta los suelos, el ex funcionario sigue manteniendo un nivel de aceptación envidiable.
"Darling de la media"
Los propios medios de comunicación admiten que es una de las figuras más respectadas por los periodistas, a pesar de su aparición en las Naciones Unidas, antes de la guerra en Irak, donde mostró evidencia en contra de Saddam Hussein que resultó falsa.
Pero además de ser republicano, el golpe es doble para el candidato republicano John McCain, porque ambos hombres comparten una amistad de 25 años. Incluso se llegó a rumorear que Powell, también un ex militar, podría llegar a ser el "número dos" del senador de Arizona.
"Esto es lo viene como anillo al dedo a la campaña de Obama, es una figura muy popular, respetada y le da impulso al demócrata", señaló Mark Halperin, de la revista Time.
El impulso lo puede dar, además, en sectores de la población que todavía no están convencidos con Obama, por ejemplo entre los militares. Un dato importante es que en estados clave como Nevada, Nuevo México, Carolina del Norte y Florida existe una población militar de gran tamaño que puede marcar la diferencia.
Efecto devastador
Pero además del efecto subjetivo del apoyo del ex funcionario, lo más duro de Powell fueron las críticas directas a la campaña de McCain, cuyo tono negativo es "decepcionante".
"Pienso que el senador McCain, pese a estar dotado, esencialmente va a ejecutar la agenda republicana, la ortodoxia de la agenda republicana bajo un nuevo rostro y un acercamiento disidente, y será muy bueno en ello, pero creo que necesitamos algo más que eso", señaló el ex funcionario.
El ex secretario de Estado también dijo sentirse decepcionado con McCain por elegir a la gobernadora de Alaska Sarah Palin como compañera de fórmula, porque considera que ella no está lista para liderar el país, si se presentara la oportunidad.
"He expresado a McCain mi preocupación sobre el rumbo que ha adoptado el partido en los últimos años, al orientarse quizás un poco más a la derecha de lo que hubiera deseado", agregó.
Powell, que es republicano, especificó que no está buscando un puesto en la administración de Obama, aunque dejó una puerta abierta: "siempre he dicho que si un presidente te pide hacer algo, tienes que considerarlo".
Luego de muchas especulaciones, finalmente Powell hizo público su respaldo en un programa de la cadena estadounidense NBC.
"Él (Obama) tiene estilo y sustancia. Creo que es una figura transformadora....Obama mostró constancia, vigor intelectual. Tiene una forma definida de negociar, lo que nos hará bien", dijo Powell.
En pocas palabras opinó que el senador por Illinois podría ser un "presidente excepcional"
Powell fue durante años uno de los miembros más reconocidos del gobierno de Bush, de quien se distanció desde que dejara la secretaría de Estado en 2005. Incluso con la popularidad del mandatario hasta los suelos, el ex funcionario sigue manteniendo un nivel de aceptación envidiable.
"Darling de la media"
Los propios medios de comunicación admiten que es una de las figuras más respectadas por los periodistas, a pesar de su aparición en las Naciones Unidas, antes de la guerra en Irak, donde mostró evidencia en contra de Saddam Hussein que resultó falsa.
Pero además de ser republicano, el golpe es doble para el candidato republicano John McCain, porque ambos hombres comparten una amistad de 25 años. Incluso se llegó a rumorear que Powell, también un ex militar, podría llegar a ser el "número dos" del senador de Arizona.
"Esto es lo viene como anillo al dedo a la campaña de Obama, es una figura muy popular, respetada y le da impulso al demócrata", señaló Mark Halperin, de la revista Time.
El impulso lo puede dar, además, en sectores de la población que todavía no están convencidos con Obama, por ejemplo entre los militares. Un dato importante es que en estados clave como Nevada, Nuevo México, Carolina del Norte y Florida existe una población militar de gran tamaño que puede marcar la diferencia.
Efecto devastador
Pero además del efecto subjetivo del apoyo del ex funcionario, lo más duro de Powell fueron las críticas directas a la campaña de McCain, cuyo tono negativo es "decepcionante".
"Pienso que el senador McCain, pese a estar dotado, esencialmente va a ejecutar la agenda republicana, la ortodoxia de la agenda republicana bajo un nuevo rostro y un acercamiento disidente, y será muy bueno en ello, pero creo que necesitamos algo más que eso", señaló el ex funcionario.
El ex secretario de Estado también dijo sentirse decepcionado con McCain por elegir a la gobernadora de Alaska Sarah Palin como compañera de fórmula, porque considera que ella no está lista para liderar el país, si se presentara la oportunidad.
"He expresado a McCain mi preocupación sobre el rumbo que ha adoptado el partido en los últimos años, al orientarse quizás un poco más a la derecha de lo que hubiera deseado", agregó.
Powell, que es republicano, especificó que no está buscando un puesto en la administración de Obama, aunque dejó una puerta abierta: "siempre he dicho que si un presidente te pide hacer algo, tienes que considerarlo".
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