Crisis financiera: ¿Efecto dominó en Latinoamérica?

Panamá, 27 oct (PL) El riesgo de recesión en varias de las principales economías del planeta, surgido como consecuencia de la crisis financiera en Estados Unidos, amenaza con una especie de efecto domino que podría alcanzar a las naciones de América Latina.

Crisis Financiera Internacional

Como elemento característico está la posibilidad de un ajuste a la baja en los ritmos de crecimiento económico a corto plazo, si bien en el caso de Latinoamérica los sistemas financieros reflejan niveles de solidez superiores a los estadounidenses.

En ese sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recordó que la presencia de instrumentos sujetos a un escenario de volatilidad en los esquemas bancarios del subcontinente es escasa respecto a la correlación presente en Estados Unidos, Europa o Asia.

No obstante, la participación de bancos norteamericanos y del viejo continente en la región representa un factor de atención, más aún cuando ya se reportan pérdidas debido a la quiebra de instituciones como Lehman Brothers.

Para América Latina, el riesgo más significativo está en la recesión, pues ello implica una contracción de la demanda en mercados que reciben una parte importante de las exportaciones de la región.

Bajo ese escenario los tratados de libre comercio que Washington intenta impulsar con Panamá y Colombia se ven relegados a un segundo plano, a pesar de las reiteradas declaraciones de la administración de George W. Bush a favor de mecanismos de ese tipo.

A manera de ejemplo, las ventas conjuntas de Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala a Estados Unidos llegaron el pasado año a los 14 mil 400 millones de dólares.

De mantenerse la actual coyuntura, ese volumen estaría bajo la amenaza de disminuir, unido a contracciones en indicadores como la inversión extranjera y el importante acápite de las remesas.

Las estadísticas del Banco de México reflejan en el caso de ese país una contracción del 12,2 por ciento en agosto de los envíos de dinero procedentes de Estados Unidos, el descenso más significativo desde 1995.

Por otra parte, es de esperar mayores restricciones al crédito en los sistemas bancarios latinoamericanos, en especial aquellos que mantienen vínculos estrechos con instituciones norteamericanas y europeas, con el consiguiente efecto negativo sobre el consumo interno.

Respecto a los productores de materias primas, ya se aprecian descensos en los niveles de necesidades, si bien las firmas consultoras recordaron que en tiempos de crisis los inversionistas buscan refugios seguros como los productos básicos y el petróleo.

Cabe destacar que se aprecian diferentes niveles de riesgo, con un mayor peligro para aquellas naciones que mantienen vínculos más estrechos con Estados Unidos, entre ellas México y las relacionadas mediante acuerdos de libre comercio.

En ese contexto, Latinoamérica está mejor preparada para resistir los embates de la crisis financiera pero sin dudas tendrá que ajustar estrategias ante la recesión.

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