Eduardo Ibarra Aguirre
Si los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no disponen otra cosa y el segundo gobierno panista es capaz de ignorarlos como sucede hasta ahora, Elba Esther Gordillo Morales cumplirá el próximo abril dos décadas consecutivas de poner y disponer en el organismo gremial más numeroso e influyente de Latinoamérica.
Primero como secretaria general en virtud de las enormes necesidades de Carlos Salinas de Gortari de legitimarse como presidente de la República en base a quinazos , y después de traicionar a su jefe y amigo Carlos Jonguitud Barrios (“Tráiganme a La güera ”), ahora como presidenta vitalicia, la comiteca se encuentra en el punto más alto de su poder político y, paradójicamente, el más riesgoso y delicado no sólo para su cacicazgo sino también para su principal aliado político, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa .
Se entiende que el abogado y economista de Morelia, como antes el doctor en economía por Harvard, tiene hambruna de alianzas políticas y que éstas son consustanciales al ejercicio del poder, con todo y que en la víspera del cierre del segundo año de gobierno da muestras de incapacidad para amarrar los acuerdos que necesita para transitar el largo tramo gubernamental que está por delante, y siga optando por un gobierno de amigos íntimos y de alianzas básicamente con Vicente Fox Quesada y Gordillo Morales.
Si tomamos en cuenta que el guanajuatense adoptivo y enriquecido durante su estancia en Los Pinos, es de casa, es decir: forma parte de la franquicia partidaria que administra con éxito una docena de distinguidas familias, entonces no es exagerado afirmar que la autodidacta profesora es la aliada política favorita de Calderón Hinojosa. Los 39 dueños de México se cuecen muy aparte porque no son aliados.
Es una tragedia de consecuencias de largo aliento que el poderío concentrado por La maestra –del cacicazgo y el enriquecimiento ilícito-- y el éxito político conquistado bajo el gobierno de Calderón a base de conjuras, traiciones y consecución de votos sea proporcionalmente comparable con el desastre que padece la educación pública.
Con casi 20 años a la cabeza del SNTE, la chiapaneca contribuyó a colocar a México en el sexto lugar por el monto en inversión pública que se dedica a la educación, entre los 30 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Mientras en gasto el sistema educativo público sólo es superado por Corea, Estados Unidos, Dinamarca, Nueva Zelanda y Suecia; en materia de salarios de los profesores de primaria y de secundaria, los mexicanos perciben el equivalente a 27 mil 824 dólares y 35 mil 286 dólares anuales, respectivamente, y los de Luxemburgo, Suiza y Corea del Sur 48 mil 983 dólares y 51 mil 789 dólares.
El millonario presupuesto que administra Josefina Vázquez Mota y le disputa Esther Gordillo, no sólo no se refleja en los salarios de los trabajadores de la educación, sino tampoco en los resultados de la decisiva tarea educativa que el grupo gobernante subestima hasta el escándalo.
Estudios de la OCDE , realizados en 2003 y 2005, colocan a los alumnos de educación básica con un “alto déficit en el uso de tecnologías” y “saturación de las aulas”: 15.3 alumnos por docente en preprimaria, 16.7 en primaria y 13.4 en secundaria.
La Fundación para la Implementación , Diseño, Evaluación y Análisis de Políticas Públicas estima que en México prevalece una educación de mala calidad, caracterizada por baja escolaridad, malos resultados en pruebas estandarizadas de aprovechamiento académico y escaso beneficio económico para los profesores.
Los vínculos entre Calderón y Gordillo se fortalecen con la Alianza por la Calidad de la Educación que ya provocó la reacción crítica de profesores de 13 entidades federativas que se disponen a realizar una caravana nacional.
Si los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no disponen otra cosa y el segundo gobierno panista es capaz de ignorarlos como sucede hasta ahora, Elba Esther Gordillo Morales cumplirá el próximo abril dos décadas consecutivas de poner y disponer en el organismo gremial más numeroso e influyente de Latinoamérica.
Primero como secretaria general en virtud de las enormes necesidades de Carlos Salinas de Gortari de legitimarse como presidente de la República en base a quinazos , y después de traicionar a su jefe y amigo Carlos Jonguitud Barrios (“Tráiganme a La güera ”), ahora como presidenta vitalicia, la comiteca se encuentra en el punto más alto de su poder político y, paradójicamente, el más riesgoso y delicado no sólo para su cacicazgo sino también para su principal aliado político, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa .
Se entiende que el abogado y economista de Morelia, como antes el doctor en economía por Harvard, tiene hambruna de alianzas políticas y que éstas son consustanciales al ejercicio del poder, con todo y que en la víspera del cierre del segundo año de gobierno da muestras de incapacidad para amarrar los acuerdos que necesita para transitar el largo tramo gubernamental que está por delante, y siga optando por un gobierno de amigos íntimos y de alianzas básicamente con Vicente Fox Quesada y Gordillo Morales.
Si tomamos en cuenta que el guanajuatense adoptivo y enriquecido durante su estancia en Los Pinos, es de casa, es decir: forma parte de la franquicia partidaria que administra con éxito una docena de distinguidas familias, entonces no es exagerado afirmar que la autodidacta profesora es la aliada política favorita de Calderón Hinojosa. Los 39 dueños de México se cuecen muy aparte porque no son aliados.
Es una tragedia de consecuencias de largo aliento que el poderío concentrado por La maestra –del cacicazgo y el enriquecimiento ilícito-- y el éxito político conquistado bajo el gobierno de Calderón a base de conjuras, traiciones y consecución de votos sea proporcionalmente comparable con el desastre que padece la educación pública.
Con casi 20 años a la cabeza del SNTE, la chiapaneca contribuyó a colocar a México en el sexto lugar por el monto en inversión pública que se dedica a la educación, entre los 30 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Mientras en gasto el sistema educativo público sólo es superado por Corea, Estados Unidos, Dinamarca, Nueva Zelanda y Suecia; en materia de salarios de los profesores de primaria y de secundaria, los mexicanos perciben el equivalente a 27 mil 824 dólares y 35 mil 286 dólares anuales, respectivamente, y los de Luxemburgo, Suiza y Corea del Sur 48 mil 983 dólares y 51 mil 789 dólares.
El millonario presupuesto que administra Josefina Vázquez Mota y le disputa Esther Gordillo, no sólo no se refleja en los salarios de los trabajadores de la educación, sino tampoco en los resultados de la decisiva tarea educativa que el grupo gobernante subestima hasta el escándalo.
Estudios de la OCDE , realizados en 2003 y 2005, colocan a los alumnos de educación básica con un “alto déficit en el uso de tecnologías” y “saturación de las aulas”: 15.3 alumnos por docente en preprimaria, 16.7 en primaria y 13.4 en secundaria.
La Fundación para la Implementación , Diseño, Evaluación y Análisis de Políticas Públicas estima que en México prevalece una educación de mala calidad, caracterizada por baja escolaridad, malos resultados en pruebas estandarizadas de aprovechamiento académico y escaso beneficio económico para los profesores.
Los vínculos entre Calderón y Gordillo se fortalecen con la Alianza por la Calidad de la Educación que ya provocó la reacción crítica de profesores de 13 entidades federativas que se disponen a realizar una caravana nacional.
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