Por Jesús Anaya Rosique
Al recibir en 2006 el Premio Nobel de la Paz por la creación del Banco Grameen, M. Yunus aseveró: “creo que podemos crear un mundo sin pobreza porque quienes la provocan no son quienes la sufren, sino que ha sido generada y sostenida por el sistema económico y social vigente”, y agregó:”94% de la renta mundial está en manos del 40% de la población, mientras que el 60% restante tiene que sobrevivir con sólo un 6% de la renta total. La mitad de la población mundial vive con ingresos medios de dos dólares o menos al día. Y más de mil millones viven con menos de un dólar diario. Esa no es una fórmula para la paz… La pobreza supone, de hecho, la ausencia de derechos humanos”.
Fundado en 1983 en Bangladesh, el Banco Grameen concede préstamos sin aval a casi 7 millones de personas pobres (97% son mujeres) de 73 mil localidades rurales de Bangladesh, para que los destinen a la generación de ingresos, a sus necesidades de vivienda, de educación o a la constitución de microempresas, y ofrece, además, una gran variedad de productos de ahorro, fondos de pensiones, seguros e inversiones para sus miembros, a la vez que una constelación de empresas sociales. El 93% del capital accionario del Banco Grameen es de los propios prestatarios (4.3 millones). Desde 1984, los préstamos para vivienda han sido empleados en la construcción de 640 mil casas. El banco ha concedido préstamos por unos 6 mil millones de dólares, con una tasa de recuperación del 99%. El 58% de los beneficiados ha superado ya el umbral de pobreza. “Estamos creando una generación completamente nueva que estará muy bien preparada para alejar a sus familias de la lacra de la pobreza, cuya fatalidad histórica pretendemos romper así de una vez por todas.”
En este libro, “el banquero de los pobres” cuenta la historia de su empresa social innovadora y de los microcréditos como estrategia clave. Yunus narra paso a paso cómo descubrió en la práctica los principios de su banco, de un modesto programa de microcréditos en Bangladesh hasta su exitosa realidad actual, extendida y adaptada en escala mundial. “El sistema económico existente condena inexorablemente a los más pobres a quedar atrapados en su situación, al igual que las generaciones precedentes y las siguientes. Para romper el ciclo de explotación y usura, se necesitaba una institución que prestase dinero a quienes no tenían nada pero el sistema bancario convencional estaba impedido para ello… en cuanto tienen mayor poder económico, las personas pobres son las luchadoras más decididas para conquistar su derecho a vidas sanas y de calidad (el verdadero indicador para medir el desarrollo)”. Pero también describe los innumerables obstáculos de los “usos y costumbres”, y de la maquinaria burocrática local e internacional que ha debido doblegar.
Yunus hace una crítica demoledora a las “agencias internacionales de desarrollo” y propone una nueva metodología: “toda ayuda al desarrollo deberá concentrarse en la eliminación directa de la pobreza”. Se debe estudiar una nueva rama de la economía: “el sector privado de emprendedores movidos por la conciencia social”, y remata: “El microcrédito no es una cura milagrosa que pueda eliminar la pobreza de un plumazo. Pero puede acabar con ella para muchas personas y puede paliar sus efectos para otras. Combinado con otros programas innovadores destinados a liberar el potencial de las personas, el microcrédito constituye una herramienta esencial para conseguir un mundo sin pobreza”.
anaya.jess@gmail.com
*Muhammad Yunus, El banquero de los pobres. Los microcréditos y la batalla contra la pobreza en el mundo, Paidós Bolsillo, Barcelona 2008, $183, 384 pp.
ISBN 978-84-493-2136-8
Fundado en 1983 en Bangladesh, el Banco Grameen concede préstamos sin aval a casi 7 millones de personas pobres (97% son mujeres) de 73 mil localidades rurales de Bangladesh, para que los destinen a la generación de ingresos, a sus necesidades de vivienda, de educación o a la constitución de microempresas, y ofrece, además, una gran variedad de productos de ahorro, fondos de pensiones, seguros e inversiones para sus miembros, a la vez que una constelación de empresas sociales. El 93% del capital accionario del Banco Grameen es de los propios prestatarios (4.3 millones). Desde 1984, los préstamos para vivienda han sido empleados en la construcción de 640 mil casas. El banco ha concedido préstamos por unos 6 mil millones de dólares, con una tasa de recuperación del 99%. El 58% de los beneficiados ha superado ya el umbral de pobreza. “Estamos creando una generación completamente nueva que estará muy bien preparada para alejar a sus familias de la lacra de la pobreza, cuya fatalidad histórica pretendemos romper así de una vez por todas.”
En este libro, “el banquero de los pobres” cuenta la historia de su empresa social innovadora y de los microcréditos como estrategia clave. Yunus narra paso a paso cómo descubrió en la práctica los principios de su banco, de un modesto programa de microcréditos en Bangladesh hasta su exitosa realidad actual, extendida y adaptada en escala mundial. “El sistema económico existente condena inexorablemente a los más pobres a quedar atrapados en su situación, al igual que las generaciones precedentes y las siguientes. Para romper el ciclo de explotación y usura, se necesitaba una institución que prestase dinero a quienes no tenían nada pero el sistema bancario convencional estaba impedido para ello… en cuanto tienen mayor poder económico, las personas pobres son las luchadoras más decididas para conquistar su derecho a vidas sanas y de calidad (el verdadero indicador para medir el desarrollo)”. Pero también describe los innumerables obstáculos de los “usos y costumbres”, y de la maquinaria burocrática local e internacional que ha debido doblegar.
Yunus hace una crítica demoledora a las “agencias internacionales de desarrollo” y propone una nueva metodología: “toda ayuda al desarrollo deberá concentrarse en la eliminación directa de la pobreza”. Se debe estudiar una nueva rama de la economía: “el sector privado de emprendedores movidos por la conciencia social”, y remata: “El microcrédito no es una cura milagrosa que pueda eliminar la pobreza de un plumazo. Pero puede acabar con ella para muchas personas y puede paliar sus efectos para otras. Combinado con otros programas innovadores destinados a liberar el potencial de las personas, el microcrédito constituye una herramienta esencial para conseguir un mundo sin pobreza”.
anaya.jess@gmail.com
*Muhammad Yunus, El banquero de los pobres. Los microcréditos y la batalla contra la pobreza en el mundo, Paidós Bolsillo, Barcelona 2008, $183, 384 pp.
ISBN 978-84-493-2136-8
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