LA CAMPAÑA CONTRA EL NARCOTRÁFICO SERA INÚTIL Y MEDIATICA HASTA QUE FELIPE CALDERON NO EMPRENDA UNA ACCIÓN DECISIVA Y CONTUNDENTE CONTRA EL LAVADO DE DINERO: ES ABSURDO UNA COMISION CONTRA EL TERRORISMO
De nada servirá la militarización de todo el territorio nacional en la supuesta lucha contra el narcotráfico hasta que Felipe Calderón no instruya a la SHCP a la CNBV y a la PGR a diseñar e implementar un Programa Integral contra el Lavado de Dinero.
Es importante recordar, que el lavado de dinero es la forma en que el delincuente trata de asegurarse de que al final de cuentas, el delito pague.
Este requisito demanda que los delincuentes, bien sean narcotraficantes, secuestradores, terroristas, traficantes de armas, chantajistas o estafadores con tarjetas de crédito, disfracen el origen de su dinero ilegal para evitar que sea detectado y que se les enjuicie cuando lo utilizan.
El lavado de dinero es esencial para lograr el funcionamiento efectivo de prácticamente toda forma de delincuencia transnacional y organizada.
Los esfuerzos para combatirlo, que tienen por objeto impedir o limitar el desarrollo de la capacidad de los delincuentes de utilizar ganancias mal obtenidas, son un componente tan básico como eficaz de la lucha contra el delito.
En este sentido es muy importante señalar que cada año se blanquean miles de millones de dólares, según datos de organismos internacionales, utilizando desde los pequeños e insignificantes bancos “off shore” en el Caribe, hasta los grandes y multinacionales grupos financieros como Citygroup, Bilbao Vizcaya Argentaria, Bank ok America y muchos otros.
El Fondo Monetario Internacional estima que las transacciones de lavado de dinero equivalen del 3% al 6% del Producto Interno Bruto global, o sea de US$400 a US$700 mil millones anuales, lo cual representa cerca del 10% del valor total del comercio internacional.
México, no es ajeno a este problema, de hecho la operación más grande de su tipo en la historia policial estadunidense, la llamada operación Casablanca, sacó a la luz a banqueros mexicanos que blanqueaban millones para los cárteles colombianos y mexicanos.
Más de 100 personas fueron detenidas y millones de dólares incautados en mayo de 1998.
Tampoco debemos olvidar las investigaciones realizadas por el Gobierno Suizo y la INTERPOL sobre Raúl Salinas de Gortari y las investigaciones que el Gobierno español realizara sobre la operación de venta de PROBURSA al BBVA en el 2001 y 2002, en dònde inclusive estuvo involucrado José Madariaga Lomelì, ex dueño de PROBURSA y ex presidente de la Asociación Mexicana de Bancos.
Sin embargo, los burocráticos procesos en que incurren las diversas autoridades mexicanas encargadas de investigar el “lavado de dinero” y la existencia del llamado “secreto bancario” así como la absurda disposición de ley que establece que es la SHCP, la única autoridad calificada para entablar denuncias por lavado de dinero, provocan que en México sólo el 2.47% de los procesados por este delito, finalmente son consignados.
No hay que olvidar que la revolución en las comunicaciones, las nuevas tecnologías que han trasformado la forma de hacer negocios, han sido utilizados por el crimen internacional para su beneficio.
Actualmente, se pueden transferir ganancias ilícitas hacia jurisdicciones con menos obstáculos legales o pueden usar una variedad de mecanismos financieros, como las compañías "escudo", para encubrir la posesión de bienes y ocultar su verdadero origen y destino. El Fondo Monetario Internacional estima que hay más de un millón de corporaciones "anónimas" de este tipo en el mundo.
A pesar de que tiene muchas variantes, se realiza en tres pasos fundamentales; trasladar el dinero ilícito, para alejarlo del lugar donde se cometió el crimen; disimular la ruta y, finalmente, ponerlo de nuevo a disposición de los criminales, tras haber ocultado su origen ilegal.
Por ello resulta absurdo que Calderón y su equipo anuncien la creación de una Comisión para luchar contra el terrorismo, cuando en el país existen evidencias muy concretas de la fragilidad del sistema jurídico para combatir el lavado de dinero.
Mario Di Costanzo,
Secretario de la Hacienda Pública del Gobierno Legitimo
Secretario de la Hacienda Pública del Gobierno Legitimo
De nada servirá la militarización de todo el territorio nacional en la supuesta lucha contra el narcotráfico hasta que Felipe Calderón no instruya a la SHCP a la CNBV y a la PGR a diseñar e implementar un Programa Integral contra el Lavado de Dinero.
Es importante recordar, que el lavado de dinero es la forma en que el delincuente trata de asegurarse de que al final de cuentas, el delito pague.
Este requisito demanda que los delincuentes, bien sean narcotraficantes, secuestradores, terroristas, traficantes de armas, chantajistas o estafadores con tarjetas de crédito, disfracen el origen de su dinero ilegal para evitar que sea detectado y que se les enjuicie cuando lo utilizan.
El lavado de dinero es esencial para lograr el funcionamiento efectivo de prácticamente toda forma de delincuencia transnacional y organizada.
Los esfuerzos para combatirlo, que tienen por objeto impedir o limitar el desarrollo de la capacidad de los delincuentes de utilizar ganancias mal obtenidas, son un componente tan básico como eficaz de la lucha contra el delito.
En este sentido es muy importante señalar que cada año se blanquean miles de millones de dólares, según datos de organismos internacionales, utilizando desde los pequeños e insignificantes bancos “off shore” en el Caribe, hasta los grandes y multinacionales grupos financieros como Citygroup, Bilbao Vizcaya Argentaria, Bank ok America y muchos otros.
El Fondo Monetario Internacional estima que las transacciones de lavado de dinero equivalen del 3% al 6% del Producto Interno Bruto global, o sea de US$400 a US$700 mil millones anuales, lo cual representa cerca del 10% del valor total del comercio internacional.
México, no es ajeno a este problema, de hecho la operación más grande de su tipo en la historia policial estadunidense, la llamada operación Casablanca, sacó a la luz a banqueros mexicanos que blanqueaban millones para los cárteles colombianos y mexicanos.
Más de 100 personas fueron detenidas y millones de dólares incautados en mayo de 1998.
Tampoco debemos olvidar las investigaciones realizadas por el Gobierno Suizo y la INTERPOL sobre Raúl Salinas de Gortari y las investigaciones que el Gobierno español realizara sobre la operación de venta de PROBURSA al BBVA en el 2001 y 2002, en dònde inclusive estuvo involucrado José Madariaga Lomelì, ex dueño de PROBURSA y ex presidente de la Asociación Mexicana de Bancos.
Sin embargo, los burocráticos procesos en que incurren las diversas autoridades mexicanas encargadas de investigar el “lavado de dinero” y la existencia del llamado “secreto bancario” así como la absurda disposición de ley que establece que es la SHCP, la única autoridad calificada para entablar denuncias por lavado de dinero, provocan que en México sólo el 2.47% de los procesados por este delito, finalmente son consignados.
No hay que olvidar que la revolución en las comunicaciones, las nuevas tecnologías que han trasformado la forma de hacer negocios, han sido utilizados por el crimen internacional para su beneficio.
Actualmente, se pueden transferir ganancias ilícitas hacia jurisdicciones con menos obstáculos legales o pueden usar una variedad de mecanismos financieros, como las compañías "escudo", para encubrir la posesión de bienes y ocultar su verdadero origen y destino. El Fondo Monetario Internacional estima que hay más de un millón de corporaciones "anónimas" de este tipo en el mundo.
A pesar de que tiene muchas variantes, se realiza en tres pasos fundamentales; trasladar el dinero ilícito, para alejarlo del lugar donde se cometió el crimen; disimular la ruta y, finalmente, ponerlo de nuevo a disposición de los criminales, tras haber ocultado su origen ilegal.
Por ello resulta absurdo que Calderón y su equipo anuncien la creación de una Comisión para luchar contra el terrorismo, cuando en el país existen evidencias muy concretas de la fragilidad del sistema jurídico para combatir el lavado de dinero.
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