Alberto Aguirre M
Cuna de políticos y literatos, Tabasco también es territorio fértil para comadreos y rumores, sobre todo en temporadas electorales, como la que está en ciernes.
“Corre la especie de que el PRI buscará anular las elecciones para gobernador”, refiere Arturo Núñez Jiménez, candidato del Movimiento Progresista. ¿Sería la forma de evitar que hubiera alternancia en el poder político local, tras de 83 años ininterrumpidos de gobiernos del tricolor?
Para nada, dice el economista y administrador público, a quien la vida llevó a convertirse sin proponérselo en uno de los políticos más experimentados en materias de derecho electoral. En 1996, como subsecretario de Gobernación, negoció la integración del primer consejo ciudadano del IFE y un año más tarde, ya como vicecoordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados, concretó los contenidos de la reforma política que permitió por primera vez una competencia equitativa por la Presidencia de la República.
Para nada. Núñez Jiménez vuelve a la especie que corre en Tabasco y que establece que yendo a un conflicto postelectoral, que derivara en la anulación de los comicios, el PRI corregiría su error de origen: la nominación del ex alcalde de Villahermosa, Jesús Alí de la Torre, como su candidato a la gubernatura.
El “candidato natural” –siempre según esas versiones– era Humberto Mayans Canabal, ex secretario de gobierno de la actual administración, encabezada por Andrés Granier Melo. Hace un año, el funcionario renunció a su cargo para tratar de construir su candidatura en el PRI, después de haber militado durante algún tiempo en el PRD.
“La cargada estuvo con él”, recuerda Núñez, “pero resultó que era inelegible para ser candidato por el PRI y como último recurso trataron de hacerlo candidato de una coalición, para que lo propusiera el Partido Verde. Los ex gobernadores hicieron sentir que no lo admitirían”.
La cargada se fue con Luis Felipe Graham, ex secretario de Salud del gobierno estatal. Pero el peñismo tenía otra preferencia. Alí de la Torre –protegido por los hermanos Benito y Salvador Neme Sastre– consiguió ser candidato, pero su imposición fracturó al PRI local.
En el inicio de la contienda, las bases priístas están con Núñez Jiménez, quien ha recibido información inquietante. “Si antes era el fraude patriótico, del que fue víctima Andrés Manuel López Obrador, el último grito de la moda tricolor es el fraude por seguridad nacional”.
¿Fraude por seguridad nacional? Y es que también han dejado correr la versión de que si AMLO pierde los comicios presidenciales, en Tabasco los perredistas tomarían pozos petroleros e instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad.
¿Y qué haría Arturo Núñez si el régimen priísta no reconociera su victoria? “Si dependiera de mí, acudiría a los cauces institucionales. Pero la gente está muy esperanzada por la posibilidad de un cambio y no permitirán que nadie violente su voluntad. Estoy en sus manos”.
Por lo demás, dice, en Tabasco, el triunfo del PRI en las elecciones locales está subordinado al caudal de votos que generaría Enrique Peña Nieto. “Esa hipótesis está sujeta a la comprobación”, reta Arturo Núñez, quien recuerda que hace seis años, la contienda presidencial involucró a dos tabasqueños.
El ex gobernador Roberto Madrazo, quien erigió su liderazgo al interior del PRI después de la derrota del 2000, forjó una clase política que mantuvo el poder durante una década. En el 2006 obtuvo 350,000 votos, mientras que Andrés Manuel López Obrador cosechó 530,000. En esos comicios, el PRD se quedó con las dos senadurías de mayoría y las seis diputaciones federales de Tabasco, con 450,000 votos.
“Ya hubo un efecto AMLO”, insiste Núñez Jiménez. En efecto, a la fortaleza electoral del PRD debe sumarse una “nuñezmanía” –manifiesta principalmente en la capital, Villahermosa y explicable principalmente por el trabajo de gestión social realizado por su esposa, Martha Lilia, y su hija María Fernanda– y también un éxodo en el tricolor. Ayer, en el municipio de Paraíso, 3,000 priístas renunciaron a su militancia y se sumaron al proyecto del abanderado de las izquierdas, quien como López Obrador, ofrece amor y paz.
EFECTOS SECUNDARIOS
MENSAJE. Mientras la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, despotricaba en Los Pinos, la candidata panista a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, se dirigía a los “buenos maestros” para proponerles un nuevo esquema de capacitación y promoción, que premie el desempeño frente a grupo, que sea meritocrático y que tenga su basamento en la evaluación permanente. Y sentenció: “Apoyaré a las buenas y los buenos maestros, que son la mayoría, pero sin permitir que la política dañe a la educación, sin permitir chantaje alguno”.
CONTUMELIA. En Misantla, ante un conglomerado que respondió a la convocatoria del cacique de la SNTE en Veracruz, Juan Nicolás Callejas, el candidato de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, dio cuenta del inicio de la segunda fase de su campaña presidencial. Y sin tapujo, ofreció a los maestros de México hacer “una nueva alianza que permita realmente que, en unidad, vayamos a propiciar las oportunidades de más educación y de mejor educación a todos los mexicanos”. ¿Nuevamente, uno de tres votos del partido magisterial será para mantener el registro y el resto, para quien ordene Elba Esther Gordillo?
APANTALLADOS. Al repudio de las bases magisteriales de Nueva Alianza,Gabriel Quadri de la Torre respondió con dignidad y nombró a su hijo mayor, Luciano, como su secretario particular y coordinador de agenda. Ayer, ambos hicieron un alto en la campaña para trasladarse a la sede de la Olimpiada Nacional, en Guanajuato, para apoyar al menor de la familia, Andrés, en las finales del campeonato de badminton. Con ellos estuvo su esposa, Thelma, presidenta de la especialidad en el Club France. Con la familia, el candidato neoaliancista pasará este fin de semana en Nueva York.
Cuna de políticos y literatos, Tabasco también es territorio fértil para comadreos y rumores, sobre todo en temporadas electorales, como la que está en ciernes.
“Corre la especie de que el PRI buscará anular las elecciones para gobernador”, refiere Arturo Núñez Jiménez, candidato del Movimiento Progresista. ¿Sería la forma de evitar que hubiera alternancia en el poder político local, tras de 83 años ininterrumpidos de gobiernos del tricolor?
Para nada, dice el economista y administrador público, a quien la vida llevó a convertirse sin proponérselo en uno de los políticos más experimentados en materias de derecho electoral. En 1996, como subsecretario de Gobernación, negoció la integración del primer consejo ciudadano del IFE y un año más tarde, ya como vicecoordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados, concretó los contenidos de la reforma política que permitió por primera vez una competencia equitativa por la Presidencia de la República.
Para nada. Núñez Jiménez vuelve a la especie que corre en Tabasco y que establece que yendo a un conflicto postelectoral, que derivara en la anulación de los comicios, el PRI corregiría su error de origen: la nominación del ex alcalde de Villahermosa, Jesús Alí de la Torre, como su candidato a la gubernatura.
El “candidato natural” –siempre según esas versiones– era Humberto Mayans Canabal, ex secretario de gobierno de la actual administración, encabezada por Andrés Granier Melo. Hace un año, el funcionario renunció a su cargo para tratar de construir su candidatura en el PRI, después de haber militado durante algún tiempo en el PRD.
“La cargada estuvo con él”, recuerda Núñez, “pero resultó que era inelegible para ser candidato por el PRI y como último recurso trataron de hacerlo candidato de una coalición, para que lo propusiera el Partido Verde. Los ex gobernadores hicieron sentir que no lo admitirían”.
La cargada se fue con Luis Felipe Graham, ex secretario de Salud del gobierno estatal. Pero el peñismo tenía otra preferencia. Alí de la Torre –protegido por los hermanos Benito y Salvador Neme Sastre– consiguió ser candidato, pero su imposición fracturó al PRI local.
En el inicio de la contienda, las bases priístas están con Núñez Jiménez, quien ha recibido información inquietante. “Si antes era el fraude patriótico, del que fue víctima Andrés Manuel López Obrador, el último grito de la moda tricolor es el fraude por seguridad nacional”.
¿Fraude por seguridad nacional? Y es que también han dejado correr la versión de que si AMLO pierde los comicios presidenciales, en Tabasco los perredistas tomarían pozos petroleros e instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad.
¿Y qué haría Arturo Núñez si el régimen priísta no reconociera su victoria? “Si dependiera de mí, acudiría a los cauces institucionales. Pero la gente está muy esperanzada por la posibilidad de un cambio y no permitirán que nadie violente su voluntad. Estoy en sus manos”.
Por lo demás, dice, en Tabasco, el triunfo del PRI en las elecciones locales está subordinado al caudal de votos que generaría Enrique Peña Nieto. “Esa hipótesis está sujeta a la comprobación”, reta Arturo Núñez, quien recuerda que hace seis años, la contienda presidencial involucró a dos tabasqueños.
El ex gobernador Roberto Madrazo, quien erigió su liderazgo al interior del PRI después de la derrota del 2000, forjó una clase política que mantuvo el poder durante una década. En el 2006 obtuvo 350,000 votos, mientras que Andrés Manuel López Obrador cosechó 530,000. En esos comicios, el PRD se quedó con las dos senadurías de mayoría y las seis diputaciones federales de Tabasco, con 450,000 votos.
“Ya hubo un efecto AMLO”, insiste Núñez Jiménez. En efecto, a la fortaleza electoral del PRD debe sumarse una “nuñezmanía” –manifiesta principalmente en la capital, Villahermosa y explicable principalmente por el trabajo de gestión social realizado por su esposa, Martha Lilia, y su hija María Fernanda– y también un éxodo en el tricolor. Ayer, en el municipio de Paraíso, 3,000 priístas renunciaron a su militancia y se sumaron al proyecto del abanderado de las izquierdas, quien como López Obrador, ofrece amor y paz.
EFECTOS SECUNDARIOS
MENSAJE. Mientras la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, despotricaba en Los Pinos, la candidata panista a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, se dirigía a los “buenos maestros” para proponerles un nuevo esquema de capacitación y promoción, que premie el desempeño frente a grupo, que sea meritocrático y que tenga su basamento en la evaluación permanente. Y sentenció: “Apoyaré a las buenas y los buenos maestros, que son la mayoría, pero sin permitir que la política dañe a la educación, sin permitir chantaje alguno”.
CONTUMELIA. En Misantla, ante un conglomerado que respondió a la convocatoria del cacique de la SNTE en Veracruz, Juan Nicolás Callejas, el candidato de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, dio cuenta del inicio de la segunda fase de su campaña presidencial. Y sin tapujo, ofreció a los maestros de México hacer “una nueva alianza que permita realmente que, en unidad, vayamos a propiciar las oportunidades de más educación y de mejor educación a todos los mexicanos”. ¿Nuevamente, uno de tres votos del partido magisterial será para mantener el registro y el resto, para quien ordene Elba Esther Gordillo?
APANTALLADOS. Al repudio de las bases magisteriales de Nueva Alianza,Gabriel Quadri de la Torre respondió con dignidad y nombró a su hijo mayor, Luciano, como su secretario particular y coordinador de agenda. Ayer, ambos hicieron un alto en la campaña para trasladarse a la sede de la Olimpiada Nacional, en Guanajuato, para apoyar al menor de la familia, Andrés, en las finales del campeonato de badminton. Con ellos estuvo su esposa, Thelma, presidenta de la especialidad en el Club France. Con la familia, el candidato neoaliancista pasará este fin de semana en Nueva York.
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